El despertar de un viejo fantasma

El último partido liguero del Real Zaragoza, en el que se vio las caras con el Nàstic en el estadio municipal de La Romareda, dejó no pocos detalles a tener en cuenta de cara al futuro del conjunto aragonés. Centrados única y exclusivamente en el fútbol, los blanquillos revivieron una pesadilla que atormentó a equipo la pasada temporada.

Y es que por segunda jornada consecutiva, al Real Zaragoza se le escaparon puntos en los últimos instantes de partido. Como ya sucediera en Lugo, los de Natxo González vieron como su rival era capaz de anotar dentro de los últimos cinco minutos de juego para llevarse al menos un punto de La Romareda. Así, en estas dos jornadas, el equipo zaragocista ha visto como se esfumaban tres puntos en la recta final de los encuentros.
Una situación que no es nueva para el equipo aragonés. Si bien está dentro de lo habitual que los partidos puedan definirse en los últimos instantes, para el Real Zaragoza este hecho se ha convertido en problema recurrente, alcanzando la categoría de auténtica pesadilla la pasada temporada. En la 2016/17, los blanquillos encajaron hasta 11 tantos, que le hicieron perder la nada desdeñable cifra de 9 puntos. Un problema conocido al que tendrá que dar solución Natxo González si quiere enderezar el rumbo de un equipo al que la puntuación, hasta la fecha, no le hace justicia.