Además de la victoria por la mínima en Anduva, los aficionados del Real Zaragoza tienen más motivos para estar contentos. Contra el Mirandés, el equipo de César Láinez volvió a dejar su portería a cero con otro gran partido a nivel defensivo. Parece que la dinámica está cambiando y los goles postreros que solía encajar la escuadra aragonesa con Agné, parecen haberse esfumado. Fantasmas fuera, la defensa de Láinez, asentada jornada tras jornada, está respondiendo muy bien.
Y es que desde que llegase al banquillo de La Romareda, Láinez apostó por Ratón como su portero titular. El joven arquero ha respondido a la perfección. Ha dado seguridad a la defensa, ha salvado al equipo en los momentos decisivos de los partidos y eso ha hecho que el entrenador le elogiase la semana pasada ante el Mallorca, erigiéndolo como uno de los héroes del triunfo por 1-0 en casa.
Sumado al buen hacer del portero, Láinez ha sabido recolocar y reinventar a la defensa del conjunto aragonés. Ha recuperado para la causa a Isaac Carcelén que en la banda derecha está acumulando grandes actuaciones con seguridad defensiva y una gran aportación al ataque. En la izquierda, Cabrera se ha adaptado muy bien y sus incorporaciones al ataque también ha sido fructíferas. De hecho, suya fue la asistencia a Ángel. En defensa, el charrúa sumó otro partido impecable.
Y en el centro de la zaga, Marcelo Silva y José Enrique están demostrando un gran nivel. El uruguayo está siendo uno de los mejores defensas en lo que va de Liga, mientras que José Enrique se ha adaptado a la perfección a esa posición de central, aportando una gran salida de balón y seguridad en jugadas comprometidas. En definitiva una suma de factores que, por fin, han echado el cerrojo en la portería del Real Zaragoza esta temporada.