Saja, el último superviviente

Al contrario de lo que sucedía hace doce meses, en esta temporada los fichajes de invierno no llegaron para revolucionar el once del técnico, Raúl Agné, sino para aumentar los recursos en momentos complicados. De esta manera, el portero Sebastián Saja fue el único incluido en la alineación frente al CD Numancia.

El primer partido del mes de marzo de 2016, el Real Zaragoza se vio las caras con el Alavés tras un magnífico mes de enero en el que las incorporaciones del mercado de invierno habían sido clave. Entonces, hasta cuatro de los refuerzos partían en el once inicial -Guitián, Campins, Culio y Ros-. Doce meses después, muchas cosas han cambiado, entre otras, la función de los fichajes.
El Real Zaragoza confeccionó una plantilla con ciertos desequilibrios en verano que trató de compensar a través del mercado de invierno. Carencias en todas las líneas y muy especialmente de recambios de nivel para un once que parecía bien definido. Algo que se demostró en el encuentro ante el CD Numancia. Con la práctica totalidad del plantel disponible, Raúl Agné se decantó por un once en el que apenas Sebastián Saja servía como representante de los fichajes de enero.
De esta manera y visto el rendimiento del equipo ante el conjunto soriano, parece que tan solo un Samaras en las mejores condiciones posibles sería capaz de hacerse un hueco en una alineación que Raúl Agné parece haber definido durante las últimas semanas.