Juliá, 3 entrenadores y 3 decepcionantes mercados en un año
Narcís Juliá llegó a la dirección deportiva del Real Zaragoza en diciembre de 2015 tras la destitución de Martín González. Una destitución que estuvo acompañada por la salida de Ranko Popovic del banquillo aragonés. Con ese escenario, Juliá apostaba por Lluis Carreras en su primera decisión de peso en su nuevo cargo. Con poco margen de maniobra para realizar incorporaciones, el catalán afrontaba su primer mercado de fichajes.
El conjunto zaragocista se reforzó con jugadores como Juan Culio, Manu Lanzarote, Alberto Guitián, Campins o Dongou. Aunque los blanquillos parecían reaccionar en el tramo decisivo de la competición, el curso se cerró con la decepción cosechada en Palamós tras la derrota frente al Llagostera en el último encuentro de Liga. Un varapalo que obligaba al director deportivo a aparecer ante los medios para pedir perdón y dar explicaciones.
Con la desilusión generada después de no disputar la promoción de ascenso, Narcís Juliá contó con todo el verano por delante para formar una plantilla que puso en manos de Luis Milla, el segundo de sus tres entrenadores. Llegaron a La Romareda Marcelo Silva, Fran Rodríguez, Jorge Casado o Xumetra. Pero lo que verdaderamente devolvía la esperanza a la afición blanquilla era el regreso de dos hombres.
Alberto Zapater y Rubén Gracia 'Cani' devolvían el crédito al director deportivo para encarar el nuevo curso. Sin embargo, pronto recibió críticas también por futbolistas como Razvan Popa, Macky Bagnack o Álex Barrera, que no terminaron de encajar en la plantilla aragonesa. Esos errores y la inestable situación del bloque tras el primer tramo de la temporada hacía que el club buscase un nuevo técnico.
De ese modo, llegaba otro hombre de confianza para Narcís Juliá. Raúl Agné aterrizaba en el banquillo para tratar de enderezar el rumbo. Mientras, el director deportivo afrontaba su tercer mercado de fichajes con la obligación de acertar tras dos mercados fallidos. Pero no fue así. Salieron del equipo Juan Muñoz o Erik Morán y la entidad blanquilla sólo incorporó a Feltscher en las últimas horas antes del cierre.
No llegó un delantero, elemento que parecía indispensable para competir en la segunda vuelta. Ya con Narcís Juliá totalmente señalado y sin la confianza de la directiva, llegaba como agente libre Georgios Samaras. Sin embargo, el catalán ya no fue partícipe de esta negociación y su salida del club era sólo cuestión de tiempo. Juliá ha estado algo más de un año en la capital del Ebro y su bagaje deja 24 fichajes de jugadores y tres entrenadores distintos.