Dos precedentes para el olvido

"Al Girona se le da bien La Romareda", decía Raúl Agné en la rueda de prensa previa del partido del Real Zaragoza ante el conjunto catalán. La razón del técnico se queda a medias, pues el equipo gerundense ha visitado hasta en siete ocasiones el estadio zaragocista y en cinco de ellas ha regresado completamente de vacío. Eso sí, las dos únicas en las que consiguió algo positivo están muy recientes. Demasiado.

Sin ir más lejos, el Girona visitó La Romareda la pasada campaña a finales de marzo en un duelo que marcó un punto de inflexión para el equipo de Carreras. El conjunto catalán se lució en tierras mañas y se llevó un contundente 0-3 que le sirvió para dispararse en la clasificación, mientras que para el Zaragoza supuso un duro jarro de agua fría antes del arreón final de temporada.
Es difícil catalogar qué resultado hizo más daño, si el de 2016 o el de 2015. Y es que un año antes, el Girona ya había conseguido un idéntico 0-3 en el estadio zaragocista. Para más inri, fue en el partido de ida de la primera eliminatoria de ascenso a Primera División. El marcador dejaba prácticamente sentenciada la eliminatoria, aunque un Zaragoza heroico cosechó más tarde un 1-4 histórico en Montilivi que le permitió acceder a una final donde cayó en Gran Canaria.
Antes de esos dos últimos precedentes, el Zaragoza contaba las visitas del Girona por victorias: cinco triunfos en cinco partidos. La dinámica parece haberse decantado en los últimos encuentros a favor del equipo catalán, que se presentará en La Romareda, un año más, como otro de los favoritos al ascenso a Primera. Un rival directo frente al que el Zaragoza pretende olvidar sus dos últimos antecedentes y recuperar la dinámica anterior.