Zapater, el último zaragocista

La vuelta de Alberto Zapater al Real Zaragoza fue una de las noticias mejor recibidas por la afición zaragocista apenas unas semanas después del desastre de Palamós. La del ejeano era un fichaje que además de lo puramente deportivo, aportaba al equipo blanquillo también una serie de valores de los que adolecía el club en los últimos tiempos.

En esencia, lo que aporta Zapater fuera del césped es zaragocismo. El aragonés no es solo un jugador vital para los dos entrenadores que han pasado por el banquillo del conjunto blanquillo en la presente temporada, además es el capitán del equipo, un privilegio que que ejerce tanto dentro como fuera del terreno de juego.
No es raro ver al de las Cinco Villas atender a las peticiones de los aficionados para realizarse fotos o firmar autógrafos y la sesión de puertas abiertas no iba a ser una excepción. Alberto Zapater ha atendido a cuantos niños y mayores han solicitado su atención, lo que ha provocado que el aragonés fuera el último de los jugadores del Real Zaragoza en abandonar el césped de La Romareda, mucho después que el resto de sus compañeros. El capitán se ha quedado solo, como el último zaragocista, firmando todo tipo de objetos. Un ejemplo a seguir que ha convertido al centrocampista en uno de los referentes para los más jóvenes, volviendo a ser el gran ídolo de los zaragocistas que nunca dejó de ser.