La defensa a ultranza del vestuario a Milla quedó en palabras
Luis Milla ya es historia del Real Zaragoza. Mientras la plantilla espera un nuevo técnico que intente reconducir el rumbo tomado en las últimas seis jornadas, el turolense deja el proyecto marcado por los resultados y por un apoyo que se vio reducido a cenizas. El vestuario presumió de un respaldo que después no se reflejó sobre el césped.
O así lo dicen los números y, especialmente, la imagen del equipo aragonés. Los dos primeros hombres importantes en romper el silencio sobre la figura del entrenador fueron José Enrique y Rubén Gracia 'Cani'. El lateral izquierdo habló en rueda de prensa tras la derrota del Real Zaragoza en el Sánchez Pizjuán frente al Sevilla Atlético.
Una comparecencia en la que José Enrique aseguraba que "no vi al míster nervioso, pero sí le vi enfadado. Estaba muy enfadado, como todos, y es normal. Estamos con el entrenador". Esa misma semana y a pesar de encontrarse todavía lesionado, fue Cani el encargado de dar la cara para tratar de zanjar la polémica sobre el futuro del técnico.
En esta línea, el centrocampista aragonés reconocía que "se está generando polémica con echar o no echar al míster. Es precipitarse. Hay que tener confianza en el proyecto porque sólo van nueve jornadas. Del mismo modo, el futbolista blanquillo consideraba que "estar cambiando tan pronto de entrenador es volver loco a los jugadores" y reconocía que el apoyo a Milla es absoluto.
Hemos hablado en el vestuario entre nosotros y el entrenador tiene nuestro absoluto apoyo.
Tras las palabras de los dos pesos pesados, varios jugadores hablaron de unión y tranquilidad dentro del vestuario zaragocista. Entre ellos, un Ángel Rodríguez que salía en rueda de prensa para aseverar que "el técnico está con los jugadores y los jugadores estamos a muerte con él". Pero lo cierto es que las actuaciones de los blanquillos sobre el césped no mostraban tal apoyo.
La primera semana que se cuestionó el futuro de Luis Milla fue antes de viajar a Sevilla para medirse al filial andaluz. El conjunto aragonés se adelantó con un gol de Juan Muñoz, pero los dos tantos de Ivi daban la vuelta al choque con un Zaragoza incapaz de defenderse frente a un rival inexperto en la categoría. Era el cuarto partido consecutivo sin ganar y se instalaba la obligación de vencer en casa al Elche.
Pero los blanquillos exhibieron entonces la peor imagen de la temporada. 20 minutos para olvidar fueron suficientes para que el Elche sentenciara el encuentro con la nula actitud del bloque zaragocista. Cabizbajo y sin capacidad de reacción, el equipo mostró una cara demasiado gris y consciente de que habría mucho en juego la siguiente jornada.
Y así fue. El José Zorrilla ponía de nuevo en jaque a los aragoneses. El vestuario se conjuraba de nuevo con intención de mostrar su apoyo a un Luis Milla al que sólo le valía ganar en tierras vallisoletanas. Un cambio de sistema, variaciones en el once y una pobre lectura del partido sentenciaron al turolense a pesar del empate en Pucela. Los hechos fueron no coincidieron con las palabras de un vestuario que ya espera nuevo entrenador.