A mitad de la temporada 2009-2010, Narcís Juliá asumía el reto de sentarse en el banquillo del Girona F.C. con el objetivo de lograr la permanencia en Segunda División. A pesar de tener que esperar hasta el último encuentro, Juliá conseguía la salvación y dejaba el club catalán, al que llegaba en su lugar Raúl Agné para hacerse cargo de los de Montilivi en la 2010-2011.
Un cargo que asumió con el hermano de Narcís, Xavier Juliá, ejerciendo como director general del Girona. En esa temporada, Raúl Agné firmó la novena plaza de la clasificación, dejando a los suyos muy cerca de meterse en playoff de ascenso. Así, el técnico aragonés comenzó una buena relación que se fue traduciendo en amistad tanto con Xavier como con Narcís.
El propio Narcís Juliá, entonces en la secretaría técnica del FC Barcelona de Sandro Rosell, empezó a seguir muy de cerca la trayectoria de Raúl Agné. Tanto es así que el actual director deportivo del Real Zaragoza ha sido el principal valedor en la llegada del nuevo entrenador. Narcís se ha encargado de facilitar los informes del técnico aragonés.
Como ya ocurriera con Lluis Carreras, Raúl Agné cuenta con la plena confianza de Juliá para dirigir a la plantilla zaragocista. Una estrecha relación que le ha llevado a apostar de nuevo por un míster cercano a él y al que pone delante del mayúsculo reto del ascenso. Ahora, el aragonés tiene la oportunidad de devolver la confianza depositada. Este miércoles, a partir de las 17.00 horas, trabajará ya con sus nuevos pupilos.