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Es Noticia
Real Zaragoza
1-3
Elche

El Zaragoza se hace el harakiri en quince minutos de vergüenza

Chesus Santamaría

En el fútbol hay muchas maneras de manifestarse: las de las salas de Prensa, que suelen servir para hacer ruido, y las del campo, que suelen ser la verdadera medida de lo que sucede. La primera parte del Real Zaragoza ha sido una manifestación clara de los que es ahora mismo este equipo. En La Romareda. Delante de una afición ya cansada de farsas y engaños. Ante un Elche que aprovechó el regalo. Pero no se equivoquen, el problema está mucho más lejos de Milla. Dejen de mirar siempre hacia abajo y miren más arriba. En la segunda parte, hubo atisbo de reacción, pero los 15 minutos de zozobra no se pueden permitir en un equipo profesional.

 
El partido comenzó sin demasiadas cosas que contar. Los dos equipos mostraron temor, quizás por la situación que viven ambos. Alguna intentona suelta de Lanzarote, otra de Lanzarote, un buen disparo de Hervías… Lo que sí se iba notando es que el guión del equipo local estaba vacío y sobre todo que los jugadores ni corren, ni pelean, ni compiten… Pero todos. Repito, TODOS. No se salva ninguno. La mayoría por incapacidad, algunos porque no han corrido nunca y no van a correr jamás y otros porque están más tiesos que la mojama.
El Elche no hizo nada para marcharse al marcador ganando 0-3. Simplemente acercarse al área y mover el balón. El primer gol fue un centro raso sin intención de Pedro, que toca Nino de tacón porque no puede hacer nada y que remata Pelayo completamente libre de marca. El segundo, Nino aprovechaba un presente de Irureta y el tercero es una lección para poner en las escuelas de entrenador sobre lo que no tienen que hacer los centrales. Todo eso en 15 minutos. E insisto, sin hacer nada del otro mundo. Así de fácil se le mete mano a este Zaragoza desnortado y a la deriva.
Milla metió a Juan Muñoz por Barrera y en la primera jugada el equipo pudo marcar con dos remates muy claros que desbarató Juan Carlos. Xumetra, que llegaba al partido con muchas dudas, se lesionó y el técnico puso a Edu García. Al menos, el equipo buscaba entrar en el partido tras la arenga del vestuario, pero el gol se resistía. La más clara, una de Juan Muñoz, que se volvió a topar con el portero rival. Edu García metió un balón a Ángel y este hacía el 1-3, que daba alas a sus compañeros.
La entrada de Edu García demostró dos cosas: una, que puede jugar perfectamente en este equipo y en esta categoría y dos, que es mejor utilizar a un jugador en condiciones que a otro medio lesionado. El arreón zaragocista no era suficiente, pero al menos se veían ganas. Era muy difícil borrar la imagen de la primera parte, pero al menos hubo reacción.
También hubo tiempo para que el árbitro se comiese un penalti de Pelayo sobre Javi Ros. El Elche regalaba la pelota y el Zaragoza se volcaba en busca de meterse en el partido. Pero el gol no llegaba. Así se acabó el partido. Al menos, ese equipo muerto de la primera parte emitió síntomas de vida. Veremos qué pasa y qué decisiones se toman. Se avecina semana dura.
 

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