El Real Zaragoza ha realizado una sesión de trabajo en la que se ha dejado atrás de manera definitiva el encuentro ante el Nàstic de Tarragona, ya que todos los disponibles han entrenado al mismo ritmo y en el que se ha puesto la mente de forma definitiva en el próximo encuentro, el que se jugará en Soria el próximo domingo.
Está siendo esta una semana complicada, con un alto nivel competitivo en el que el Real Zaragoza disputará tres encuentros ligueros en apenas ocho días, lo que obliga a cuidar los esfuerzos de los jugadores, muy especialmente de los más veteranos y de aquellos que arrastran molestias físicas. En este segundo grupo se sitúan nombres como los de Cabrera, que se ha ejercitado en el gimnasio y también Zapater y Xumetra, que arrastran molestias que les han obligado a entrenar a menor nivel que el resto.
Las ausencias obligan también a la presencia de un nutrido grupo de jugadores del filial, que como es habitual, dan el máximo para tratar de convencer a Luis Milla para tener una oportunidad con el primer equipo. El caso más evidente es el de Pombo, que ya debutó en el encuentro ante el Nàstic del pasado martes.
Por lo demás, el balón sigue siendo protagonista principal y los rondos cada vez más ágiles, impidiendo a los defensores conseguir frenar a un grupo en el que los resultados permiten mantener el buen ambiente general.