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Es Noticia

Un paso atrás de un curso a otro

Álvaro Montaner

Otra de las conclusiones que se pueden comprobar llegado el final de la temporada, es que varios jugadores que fueron importantes el curso pasado, en este han bajado notablemente su rendimiento. En unos casos ha sido por las lesiones, como en los de Vallejo, Mario -que terminó marchándose del club- o Jaime, que solo jugó al principio y al final del curso. En otros casos como los de Rubén, Pedro o Dorca, el bajón obedece a la falta de ritmo físico en los partidos. 

Analizando caso por caso, esta temporada se ha podido comprobar cómo ha habido jugadores castigados y lastrados por las lesiones. Por ejemplo, Jesús Vallejo, uno de los capitanes este curso, no empezó la temporada debido a que arrastraba molestias. Cuando por fin volvió a los planes de la titularidad, corría la jornada 5 de Liga. En este caso, no obstante, hay que tener en cuenta que en el mes de agosto no descanso, ya que se encontraba jugando con la sub-21. 
Durante 17 jornadas, Vallejo solamente dejó de participar en dos. El resto lo hizo con regularidad y continuidad, igualando el nivel demostrado el curso pasado, y en ocasiones superándolo. El problema llegó a finales del mes de enero. Una rotura de fibras en los isquiotibiales le obligó a estar hasta 10 jornadas fuera de los terrenos de juego. Desde febrero a principios de abril, el canterano estuvo en el dique seco. A su regreso, jugó tres partidos, ya que volvió a recaer de su lesión. 
Un caso muy similar ha sido el de Jaime. Este curso solamente ha participado en nueve jornadas, mientras que la temporada pasada jugó 26 partidos. Participó en las siete primeras jornada de Liga y en la victoria contra el Alavés en La Romareda (1-0) el jugador se despedía de la temporada por una grave lesión en la rodilla. Concretamente, una triada. El jugador regresó a la acción en Huesca, en la penúltima jornada de Liga. Su único gol lo logró en la humillante derrota de Palamós. 

Rendimiento muy inferior

Dejando a un lado la lesiones graves, como eran los casos de Vallejo y de Jaime, hay varios jugadores del Real Zaragoza que este curso han experimentado un notable bajón en su forma de jugar. Hablamos de casos como los de Pedro, Jaime, Rubén o Mario. En el caso de este último, su compromiso con el club aragonés terminó el 3 de marzo. Ponía rumbo a Tailanda habiendo jugado 103 este curso repartidos entre Almería (jugó los 90 minutos) y contra el Leganés (13). 
Su rendimiento el curso pasado fue mucho más notable. Cuando físicamente estuvo bien, tanto con Víctor Muñoz como con Ranko Popovic fue titular junto a Vallejo, disputando 2.230 minutos repartidos en 29 partidos. La pareja de Mario, en ocasiones, solía ser Rubén, otro de los que este año ha contado con menos minutos y ha bajado su rendimiento. El gallego jugó el curso pasado 19 partidos, anotando incluso un gol. Este año ha bajado su participación a los 12 partidos repartidos en grandes plazos de tiempo en el calendario
Pero quizá hay dos casos aún más preocupantes este curso. Uno de ellos es el de Pedro. En la temporada 2014-2015 fue un jugador eléctrico, con desborde y recorrido por la banda. Fue determinante a la hora de entrar en playoff, jugó en 32 partidos y anotó 6 goles. Este año, jugando un partido más, ha perdido toda la chispa que le caracterizaba, ha sumado la mitad de goles (3) y ha tenido participaciones mucho más discretas
El otro caso que preocupa es el de Dorca. En la 2014-2015, el gerundense fue el ancla del equipo en muchas ocasiones. Haciendo las funciones de 'coche escoba' recuperó y distribuyó juego por el centro del campo. Este curso ha perdido fuerza e ímpetu y en muchos partidos se ha visto desbordado en la medular. Lo único que mejora es en la media partidos-goles: el curso pasado anotó una diana en 39 encuentros; este año, dos en 35 (las dos en el mismo partido). 

Las sorpresas agradables

No todo ha sido malo en cuanto a rendimiento este curso. Una de las sorpresas más agradables ha sido Diego Rico. El burgalés, por el lateral izquierdo, ha demostrado que se ha consolidado a su posición y al equipo. El lateral izquierdo ha sido indiscutible y cuando el defensa era duda por lesión las alarmas se encendieron. Ha sido el que más ha jugado (39 partidos) y solo falló en el once por lesión o por sanción. 
Un caso similar ha sido el de Cabrera. Es el segundo que más partidos ha jugado este curso (35) y se ha consolidado como un defensa serio y de garantías. Salvo excepciones -en partidos como el de Girona que una acción desmedida le marcó el camino al vestuario- el uruguayo ha ido de más a menos, más por las lesiones que por rendimiento. No obstante, su año ha sido bastante bueno. No en vano, él y Rico son los jugadores con mejor cartel para el mercado. 
Mención especial también tiene Yassine Bono. El marroquí comenzó el curso siendo titular y dejando grandes actuaciones. Sin embargo, la llegada de Lluis Carreras le relegó al banquillo y con el catalán solamente jugó en cuatro encuentros: ante el Huesca, ante el OViedo y ante la Llagostera y ante el Mirandés. Después, el marroquí fue sentado y ya no volvería a jugar ni un minuto más en todo el curso, teniendo problemas de lesiones en la espalda en alguna ocasión.
 

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