Lo único bueno, la afición

Un desplazamiento más, el Real Zaragoza ha estado arropado por una afición incansable.

También en Palamós y con todo en contra, una vez más lo mejor de el Real Zaragoza fue la afición. Cientos de seguidores del equipo blanquillo se desplazaron a la localidad de la Costa Brava para animar a un equipo que se mostró desangelado por momentos.
Fueron precisamente los aficionados zaragocistas los encargados de ponerle el color y el corazón a un encuentro en el que prácticamente hubo más aficionados aragoneses que del equipo catalán. Pese a todo, el equipo fue incapaz de responder a sus aficionados con una victoria y naufragó en un partido lamentable, que será recordado como una de las peores actuaciones que se le recuerdan a un Real Zaragoza sin alma, vapuleado por un equipo descendido a Segunda División B.
No fueron pocos los aficionados que no soportaron la vergüenza y se marcharon del estadio de Palamós, antes incluso de la finalización del encuentro.