El matrimonio que puso Llagostera en el mapa

Oriol Alsina, técnico de la UE Llagostera e Isabel Tarragó, presidenta; son matrimonio y principales protagonistas de la década dorada del equipo catalán.

La UE Llagostera cerrará el próximo sábado y frente al Real Zaragoza, la que ha sido la época dorada del club. Poco más de una década en la que el equipo gerundense ha pasado de jugar en categorías regionales a la mantenerse en la Segunda División. Consumará ante los aragoneses el primer descenso desde que en la temporada 2004-05, el destino del los catalanes cambiara para siempre.
Fue entonces cuando Oriol Alsina tomó las riendas de la UE Llagostera. Por entonces, la localidad catalana era poco más que un pueblo de poco más de ocho mil habitantes, destino de paso hacia la Costa Brava. Su equipo de fútbol, militaba nada menos que en la Segunda Territorial, algo así como la séptima categoría nacional. En el primer año, Alsina consiguió hacer al equipo segundo de la categoría, logrando el primer ascenso. Año a año y ascenso a ascenso; el club pasó por Primera Territorial y Preferente Territorial para llegar a la Primera Catalana.
Sería en el verano de 2008, cuando Isabel Tarragó tomó las riendas del club; la esposa de Oriol Alsina se convertía así en la presidenta de la UE Llagostera en sustitución del hasta entonces presidente, Josep Valentí. Los cambios en la directiva no frenaron el curso del equipo en el césped. El equipo catalán seguía imparable y ascendía a Tercera División primero y a Segunda División B después.
Tras ser quintos en la primer temporada en la categoría de bronce del fútbol español, Oriol Alsina se hacía a un lado, pasando del banquillo a los despachos, como secretario técnico del club, al carecer del título necesario para ejercer. Una experiencia que no funcionó en su primera temporada; con Luis Carrillo en el banquillo y Alsina de segundo entrenador, el equipo finalizaba su segunda experiencia en la 2ªB como décimo de la clasificación. No perdieron la paciencia los dirigentes catalanes, que siguieron confiando en el tándem Carrillo-Alsina un año más, llevando al equipo a lo más alto; campeón de grupo y ascenso a Segunda División.
Tanto Carrillo como Alsina compatibilizaban por entonces su trabajo en la Llagostera con el que realizaban en el Girona FC. Por esta razón, ambos abandonaron sus labores en el equipo, para centrarse en el Girona. Sin embargo, las desavenencias con estos, llevó de vuelta a Carrillo y Alsina a la UE Llagostera; mientras Carrillo volvía a hacerse con las riendas del equipo en detrimento de Santiago Castillejo, tras apenas 9 jornadas; Alsina volvía a los despachos, en esta ocasión, como director deportivo. En su primera campaña en Segunda División, la 2014-15, el equipo acabó 9º, cómodamente en mitad de tabla, sin sufrir por caer en descenso.
El pasado verano, Oriol Alsina tomaba el mando del equipo nuevamente desde el banquillo. Lo que no había podido hacer desde el ascenso a Segunda División B, por carecer del título, lo hizo en este año en el que el ciclo triunfal toca a su fin. Pese a haber luchado hasta el final, la UE Llagostera retrocederá un paso, volverá a vivir la experiencia de la categoría de bronce. Por primera vez en once años, al equipo catalán le tocará mirar hacia atrás. Se cierra el círculo para abrir uno nuevo con la fusión entre la UE Llagostera y el CF Palamós, que dará como resultado el Palamós-Costa Brava, que militará en la categoría de bronce del fútbol español y en el que el matrimonio Alsina-Tarragó volverá a buscar el ascenso. En principio, nuevamente lo harán desde los despachos, con Alsina ejerciendo como director deportivo del nuevo club.