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La afición desaprobó el cambio final

Chesus Santamaría

La afición de La Romareda manifestó su desacuerdo con Lluis Carreras a la hora de cambiar a Lanzarote por Rubén. La grada del estadio zaragocista se volvió hacia la cabina de Prensa que ocupaba el técnico al estar sancionado y le recriminó un cambio que interpretaron como demasiado defensivo.

 
Los seguidores del equipo aragonés estuvieron muy bulliciosos durante todo el partido con el apoyo a su equipo, pero hay cosas en el ADN del zaragocismo que no las puede cambiar nadie. Por ejemplo, una amplia mayoría se quejó en un par de ocasiones en las que el equipo echó el balón atrás.
Pero la bronca más ruidosa se la llevó Carreras en el minuto 83 cuando decidió dar entrada a Rubén González. El central gallego entró sustituyendo a Manu Lanzarote con el claro objetivo de defender y de ayudar a abortar las acciones por alto que buscaba el Oviedo desde que puso a los tres delanteros. "Yo no tomé las decisiones porque estoy sancionado. Disfruto del triunfo que ha sido espectacular y lo necesitábamos", explicó irónicamente Carreras.
La teoría de Carreras puede ser válida pero eso no le gusto a la afición que se dio cita en La Romareda. Los seguidores pitaron el cambio y se volvieron hacia el sitio que ocupaba el técnico. La comunión con el técnico no es buena y mucho menos después del derbi en Huesca en el que no gustó el tibio discurso que mantuvo Carreras a la hora de analizar el partido.

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