El Zaragoza debe responder a un calendario más suave

El calendario del Real Zaragoza se suaviza en estas nueve jornadas que restan para finalizar el campeonato ya que recibe a equipos de la zona media-baja de la clasificación y sus enfrentamientos más complicados ante Nástic y Oviedo se jugarán en La Romareda.

 
Las cuentas zaragocistas para estar en el playoff salen si se aplica la teoría. Los aficionados esperan que su equipo responda en la fase decisiva de la competición en la que se va a encontrar con siete rivales que están por debajo en la clasificación (Valladolid, Alcorcón, Bilbao Athletic, Poneferradina, Numancia, Huesca y Llagostera) y dos que están en la misma pelea (Nástic y Oviedo) se reciben en La Romareda.
Se trata de un planteamiento meramente lógico y eso es algo que no suele funcionar en el deporte. Además, hay que tener en cuenta cómo está la clasificación. Sin ir más lejos, este fin de semana se rinde visita al José Zorrilla para enfrentarse a un Valladolid que ocupa la décimo cuarta posición, pero que tan solo está a cuatro puntos de diferencia.
También hay que tener en cuenta la dificultad de enfrentarse a equipos que están abajo en la clasificación ya que en el tramo final de la Liga ofrecen una versión muy diferente y mucho más competitiva porque se están jugando la permanencia. Es el caso de equipos como la Ponferradina, el Huesca, el Numancia, incluso el del filial del Athletic, que está espabilando en las últimas jornadas.
Otro factor a tener en cuenta para no hacer mucho caso a la lógica son los dos duelos de especial rivalidad que se disputarán en Soria y en Huesca. Se trata de dos partidos con un ambiente de derbi y no se suelen dar resultados esperados.
Especialmente señalados en la agenda están los partidos ante rivales directos en La Romareda como son el Oviedo y el Nástic. Serán duelos definitivos si no cambian mucho las cosas en la clasificación