La expedición del Real Zaragoza se quejó del estado del césped del Heliodoro Rodríguez López. Las primeras inspecciones del campo que se producen en el día previo cuando se van a preparar los vestuarios ya hacían presagiar que no iba a presentar un aspecto óptimo y después se confirmó en las horas previas al duelo.
El entrenador del Tenerife, Pep Martí, decidió no regar el césped y era una hierba muy alta que dificultaba la circulación de la pelota. Además estaba muy alta y eso hacía que el juego fuera más lento. Lluis Carreras también denunció esta circunstancia en la rueda de prensa: “Hemos hecho un partido muy serio en un terreno de juego que estaba muy alto y muy seco”.
Las características de juego del equipo aragonés hacen que la circulación de la pelota sea muy importante y por eso este tipo de circunstancias se acusen aún más. Sin embargo, y a tenor de lo que se vio sobre el terreno de juego, el estado del césped pudo afectar más al Tenerife porque fue el equipo que llevó el peso del juego y el que más tuvo el balón.