Lo mejor y lo peor del tercer amistoso del Pucela
No fue un partido que pasará a los anales de la historia, pero la victoria (1-0) del Real Valladolid ante el Real Racing Club en Medina de Rioseco dejó varios detalles interesantes.
Poco que salvar en el primer periodo
La igualdad fue la nota dominante durante todo el encuentro, con una primera parte más anodina, en la que solo Sandro Ramírez y Enes Ünal intentaron tímidamente batir la meta rival.
Pablo Hervías mostró ganas tras superar una grave lesión, pero el equipo no le acompañó y terminó diluyéndose como el resto. Y es que la poca profundidad de los laterales no ayudaron en nada a los extremos.
Mohamed Salisu también fue de lo más destacado del primer acto. El ghanés se multiplicó para contrarrestar los peligrosos ataques cántabros, salvando de recibir ocasiones claras a los suyos más de una vez.
El equipo mejoró tras el descanso
La segunda mitad fue diferente. Desde el principio se vio mayor juego entre líneas con un móvil Sergi Guardiola. Su acompañante en el ataque, Óscar Plano, empezó con la pólvora mojada, al fallar una gran opción tras el pase del murciano. Sin embargo, se fue entonando poco a poco, pudiendo anotar algo más del tanto que terminó decidiendo el choque.
A ello contribuyeron Míchel Herrero tras su ingreso en el terreno de juego y un Jorge de Frutos que cuajó sus mejores minutos de la pretemporada. El jugador cedido por el Real Madrid dejó atrás su timidez de los duelos de Norteamérica, convirtiéndose en el mejor del equipo. Tuvo descaro, volvió loca a la defensa racinguista y de sus botas salieron varias jugadas de peligro.
También se debe destacar el buen hacer de Fede Barba en el lateral izquierdo. Pese a que desde el principio levantó alguna reticencia, tanto la dirección deportiva como el cuerpo técnico tienen claro que ese es su puesto y en el Campo Juan Carlos Navarro demostró el porqué.
También completó un gran partido Joaquín Fernández, que solo se despistó en una ocasión en toda la segunda parte.