La vuelta al trabajo dejó varios detalles

El regreso a los entrenamientos del Real Valladolid en la mañana de este miércoles tras el descanso del martes tuvo varias situaciones destacadas sobre el césped de los Campos Anexos.

En cuanto a la enfermería se refiere, la buena noticia llegó por parte de Kiko Olivas. Después de unos cuantos días sin poder ejercitarse con el resto de sus compañeros, el central se reincorporó al grupo. Junto a Antoñito Regal, Fernando Calero y Nacho Martínez, el malagueño formó parte de una de las dos líneas defensivas con las que probó Sergio González.

Precisamente, estos cuatro jugadores abandonaron los Anexos antes de que la sesión llegara a su fin, lo que da una idea de que Olivas podría estar listo para volver al once inicial pucelano. Junto a ellos, también se retiró Mohamed Salisu, que, por primera vez, después de varias semanas, se ejercitó con el primer equipo tras su lesión.

Por su parte, Ivi López volvió a trabajar con el grupo al mismo nivel, aunque a última hora acudió a hablar con el doctor del equipo, con la mano sobre el psoas, el músculo en el cual se lesionó semanas atrás.

Sergio paró el entrenamiento

Otro detalle que llamó la atención en la sesión tuvo lugar en medio de un ejercicio. Sergio, descontento por cómo lo estaban ejecutando los futbolistas y con las pérdidas de balón, no dudó en parar el mismo para corregir a los suyos. Tras las instrucciones del técnico, los jugadores reanudaron el partidillo. Al poco, el barcelonés, conforme con el cambio, les felicitó: "¡Mucho mejor!".