En Huesca cambió todo

Era el 24 de septiembre, apenas la sexta jornada liguera, y la etapa de Nacho Martínez en el Real Valladolid iba a dar un giro inesperado. El '22' blanquivioleta disputaba íntegra la derrota (1-0) del Pucela en el Estadio de El Alcoraz en el que fue su último partidos como un jugador importante para Luis César Sampedro. Tras aquel duelo, el lateral madrileño perdió su lugar y comenzó un periplo que le deja más fuera de las citaciones del equipo que en ellas. Con aquel partido, Nacho firmó 540 minutos en los primeros ocho partidos oficiales. Desde aquel día, apenas 360 en 22 partidos.

 
El duelo en tierras aragonesas terminó con el rol indiscutible que tenía el jugador. Había convencido en pretemporadada y, así, comenzó la temporada por delante de Ángel García. Muy por delante del actual jugador de la Cultural y Deportiva Leonesa. Sin conocer los entresijos internos del día a día, aquel partido, en el que Nacho fue víctima de un penalti que el colegiado no señaló, cambió y mucho la situación del ex del Rayo Vallecano.
Desconvocado para el duelo ante el Córdoba CF, Ángel se hizo con el puesto de titular. El '3' comenzó a ganarse el puesto y Nacho, por su parte, comenzó un largo camino entre la grada y el banquillo. Casi dos meses estuvo el lateral zurdo sin disputar un partido liguero. Su regreso fue en el empate (1-1) ante el Real Sporting de Gijón. Aquello fue algo esporádico. Un detalle muy puntual y concreto. El puesto de indiscutible del jugador se había perdido en el segundo duelo de la temporada ante la Sociedad Deportiva Huesca, próximo rival del Real Valladolid.