El Promesas respira

Segunda victoria de la temporada para un Real Valladolid Promesas que fue superior a un rival experto como el Racing Club de Ferrol, que siguió con su mala dinámica de los últimos partidos. Los pucelanos se llevaron tres puntos que les permiten acortar distancias con la zona de salvación y ver las cosas de mejor manera antes de llegar al ecuador de la competición.

El alto ritmo de juego era el protagonista de inicio. Ambos equipos, apurados en la tabla, tenían muchas urgencias y eso se notaba. Las 10 jornadas sin ganar de los gallegos y los cinco puntos logrados de 30 posibles, pesaban como una losa, pero aunque acosaban la meta rival en los primeros ataques, iba a ser el filial el que, por fin, conseguía aprovechar su primera oportunidad clásica de cada partido. Un buen pase entre líneas de David Mayoral para Luis Suárez era aprovechado por el colombiano para adelantar a los suyos en el marcador con un disparo cruzado que batía a Ian Mackay. Incluso los blanquivioleta rozaban el segundo poco después tras un disparo del propio Mayoral contra la defensa en una buena jugada de Miguel de la Fuente, que compartía punta de ataque de inicio con Suárez.
A partir de entonces, el dominio pasó al Racing, pero los coruñeses se mostraban demasiado imprecisos. Sus centros desde banda no eran buenos y solo en contadas acciones a balón parado o en intentonas de Fran Sota ponían la zozobra en la defensa blanquivioleta. El Promesas, por el contrario, parecía otro. Encimaba, mordía y ganaba la mayoría de las disputas. Gracias a ello, forzaba más situaciones de peligro y, justo antes de llegarse al descanso, estaba muy cerca de marcar. Mario Robles cazaba un rechazo en un saque de esquina y enviaba un pase para que Miguel estrellara el esférico en el palo derecho de la meta visitante, en lo que pudo ser la sentencia.

Los fallos salían a relucir en la segunda mitad. De nuevo, los pucelanos no veían puerta en el comienzo. Luis Suárez encontraba a Mackay en una acción similar a la del gol y, a continuación, los de Miguel Rivera lo pagaban. Tras un despeje al centro de Javier 'Apa' en un córner, el recién ingresado Joseba Beitia lograba el empate con un gran disparo desde la frontal que resultaba imparable para Tanis Marcellán. Restaba mucho tiempo, y los verdes se hacían con el control del balón y la remontaba parecía acercarse.
El filial solo era capaz de fiar su suerte a los balones en largo y a las jugadas de estrategia, donde más sufrían los ferrolanos. Y ahí encontró su mejor arma. Mario disponía de hasta dos opciones muy claras tras un córner y una falta, pero los reflejos de Mackay evitaban el tanto del central. Poco después llegaba la jugada clave que decidía el encuentro. Una internada de Luis Suárez por la izquierda era la antesala del 2-1. Tras el centro del colombiano, Diego Maceira derribaba a Miguel, solo en área pequeña, y veía la segunda tarjeta amarilla. Mayoral no perdonaba la pena máxima, como sí hacía instantes después Jaime Alvarado con otra después de un nuevo derribo sobre Miguel, esta vez del lateral Aitor Pascual. Con el marcador a favor y errada la sentencia, los nervios atenazaban a los pucelanos en los últimos minutos a pesar de acabar el partido con dos hombres más. Pablo Rey dejaba a su equipo con nueve en un impotente conjunto gallego que caía en los Campos Anexos. El Promesas se llevaba los tres puntos de forma merecida para mirar desde más cerca (cinco puntos) la zona de salvación, que ahora marca la Gimnástica Segoviana, el próximo rival del Real Valladolid B, que repetirá en casa.