La sangría defensiva condena al Pucela

Los números defensivos del Real Valladolid de Luis César Sampedro siguen siendo la asginatura pendiente para dar el salto definitivo al grupo que lidera LaLiga 1|2|3. El conjunto blanquivioleta, aparte de ser el equipo que más goles anota de toda la categoría con tres tantos de diferencia sobre el segundo, se han convertido, tras esta jornada ante el Reus Deportiu, en el segundo que más recibe, con 19 en contra. Únicamente el Córdoba CF, con 25, registra peores cifras defensivas que el Pucela. La sangría defensiva no para y condena a la entidad blanquivioleta.

 
Además, no solo es precupante la cifra en sí, sino el hecho de que el Real Valladolid encaja en prácticamente todos los partidos. Jordi Masip y la zaga, de hecho, sólo han sido capaces de dejar su puerta a cero en dos ocasiones: ante el CD Tenerife y frente a la AD Alcorcón. El resto de jornadas ha dejado uno o varios goles en contra y la media asciende a 1,58 recibidos por encuentro disputado, pero con una gran diferencia entre los jugados en el Nuevo Estadio José Zorrilla y lejos de él: en casa, el Pucela ha rebibido seis tantos en los seis duelos que ha protagonizado, mientras que lejos de su feudo los números se disparan hasta los 13 en el mismo número de choques, lo que supone un promedio de más de dos por partido, el doble de los vistos a orillas del Pisuerga.
Luis César Sampedro, sabedor de que esta faceta está siendo su talón de Aquiles particular este curso, optó por realizar cambios ante el Reus Deportiu en la zona central de la zaga dando entrada a Fernando Calero y sentando, por primera vez esta campaña, a Deivid Rodríguez, uno de los capitanes de la entidad. Pero el conjunto catalán, que hasta la fecha sólo había sumado siete goles, logró batir al cancerbero blanquivioleta hasta en dos ocasiones, tal y como señala la media de tantos encajados por partidos que está lastrando, y mucho, a un Real Valladolid que vive de su acierto de cara al gol. La sangría no para.