Un duro precedente

Un punto de 15 posibles y cuatro goles en 450 minutos. Los datos del Real Valladolid Promesas de Carlos Pérez Salvachúa son preocupantes. El equipo filial es colista del Grupo I de Segunda División B tras un inicio de temporada desastroso en el que nada ha salido de cara para los jugadores pucelanos. Sin suerte ni acierto para superar el empate (1-1) ante un Unión Adarve que actuaba con un hombre menos desde el primer acto, los vallisoletanos han sido goleados (6-2) en Madrid por el Rayo Majadahonda y en los Campos Anexos (0-3) ante el Real Club Celta B a la vez que han sufrido dos derrotas más ajustadas. Al varapalo en Galicia tras perder (1-0) en el tramo final de su visita a Coruxo, se suma la derrota (1-2) frente al filial del Atlético de Madrid.

 
Con todo ello, el equipo genera unas sensaciones nefastas. Se muestra como un conjunto sin ideas, fuerza y convicción para remontar una situación que se parece mucho a la de la temporada 2008/2009, cuando el filial perdía la categoría con una distancia de 10 puntos sobre la zona de salvación. Aquel proyecto iniciado por Paco de la Fuente y cerrado por Onésimo Sánchez acumulaba, tras los primeros cinco partidos, un punto, igual que en la actualidad, pero con sólo un gol.
Así, en los 10 últimos años del equipo filial en Segunda B, el actual es el segundo peor equipo. Sólo es empeorado por aquel filial. De cerca le sigue el proyecto de la temporada 2005/2006. Aquel conjunto, iniciado por Alfredo Merino y cerrado también por Onésimo Sánchez, terminaría la temporada con 50 puntos y en una cómoda décima plaza pero tras las primeras cinco jornadas apenas sumaba dos puntos y tres goles. Ese duro precedente de 2009, que terminaba en descenso, genera miedo en el entorno pucelano mientras que el caso de tres años antes genera esperanza en un Promesas que comienza a ver cómo se apunta hacia su entrenador.

Salvachúa, señalado

Esos dos inicios ligueros tan similares a la actualidad tienen en común el cambio de técnico. Si bien es cierto que Alfredo Merino dejaría el banquillo de los Anexos para saltar al primer equipo, Paco de la Fuente sería destituido tras 24 jornadas y después de conseguir apenas 15 puntos. De esta forma, el míster madrileño, llegado este mismo verano, está señalado tras el segundo peor inicio del Real Valladolid Promesas en Segunda División B en sus 10 últimas campañas de bronce.