Sí hay dos sin tres

Al RCD Mallorca se le está atragantando en exceso la LaLiga 1|2|3 y la entidad bermellona encadena varios años de constante agonía y penas vagando por el infierno de la división de plata. Y la irregularidad está siendo uno de los factores más determinantes para entender sus malos números. Las cifras hablan por sí solas: desde el descenso, los mallorquinistas solo han ganado tres o más partidos seguidos en dos ocasiones y la última vez fue en 2015, con Miquel Soler en el banquillo. Para los insulares sí hay dos sin tres.

Los bermellones aterrizarán en el Nuevo Estadio José Zorrilla en una dinámica muy positiva y con el sueño de la permanencia más real que nunca tras las victorias ante el Sevilla Atlético (2-3) y el Elche CF (1-0). Dos triunfos consecutivos, el último ante un rival directo y en el descuento, para que la moral de los de Sergi Barjuán esté por las nubes, ya que los insulares han pasado de ocho a tres puntos de la salvación a solo cinco jornadas del final. Pero para seguir creyendo, los bermellones deberán vencer en el feudo castellano, un estadio del que guardan muy buen recuerdo tras la agónica salvación de la campaña pasada, pero una empresa que se antoja muy complicada si atendemos a sus números históricos en LaLiga 1|2|3 y a sus dificultades para sumar lejos de la isla.
Para encontrar al cuadro balear logrando tres triunfos consecutivos hay que remontarse a la campaña 2014/2015, con Miquel Soler dirigiendo a los bermellones. Atlético Osasuna (3-0), FC Barcelona 'B' (2-4) y Real Zaragoza (3-2) fueron las víctimas de un conjunto que, por entonces, aspiraba a los puestos de promoción, algo que contrasta con la situación actual del equipo. Tres victorias al hilo que no se han vuelto a dar desde que bajasen en el verano de 2013. En aquella ocasión, eso sí, el RCD Mallorca consiguió la salvación, algo que, a día de hoy, pasa por vencer en Zorrilla y mantener la buena dinámica y la ilusión que ha aportado Sergi Barjuán.