La calidad que nunca había fallado en Soria

Pasan los años, las temporadas, los entrenadores, los compañeros e, incluso, las nevadas y el frío de Soria y el Club Deportivo Numancia sigue teniendo en Julio Álvarez a su gran estrella. El venezolano, de ya 35 años, sigue liderando el juego numantino desde la calidad y la claridad que tiene para el golpeo de balón. Un futbolista dotado técnicamente encontró en el Nuevo Estadio de Los Pajaritos la estabilidad que necesitaba para su juego y la tranquilidad que le hacía feliz. Tras probar experiencias en Almería, Mallorca y Tenerife, el '10' regresó a Soria en 2011 para, ahora, cumplir su sexta temporada consecutiva y octava a lo largo de toda su carrera.

 
En Soria, Julio Álvarez es feliz y el equipo también lo es con un futbolista que ha vestido la camiseta roja en 245 ocasiones y que ha visto puerta en 54 oportunidades. Se trata de un jugador diferencial en la categoría y único para el club. Llegado a Soria con 24 años, firmó por dos temporadas. Tras una salida de tres años, regresaba a su casa para adquirir esa tranquilidad que cualquier futbolista necesita y que Julio se exige para ser tan determinante como siempre lo ha sido en Soria.
Cumplido ese objetivo y adquirida la tranquilidad para trabajar y liderar el juego ofensivo del equipo, Julio sabe que está en los últimos años de su carrera y que si nada cambia drásticamente, colgará las botas sin vestirse de rojillo en Primera División. Éste, con una experiencia de casi 100 partidos en la élite, nunca ha defendido los colores sorianos en la máxima categoría, donde ha llegado a jugar con cinco equipos diferentes.

Como el equipo

Nadie duda de su calidad, y en gran parte, del momento actual que vive. Con sólo un tanto anotado hasta la fecha, Julio Álvarez es el reflejo del momento que viven los de Jagoba Arrasate. Situados en zona de descenso a Segunda División B tras la mala racha de siete jornadas consecutivas sin ganar, el Club Deportivo Numancia necesita que Julio tome las riendas de la situación y arranque una sonrisa en el campo. Durante esta temporada pocas han sido las ocasiones en las que el jugador ha podido ser feliz sobre un terreno de juego. Comenzando por el tanto anotado en Vallecas en el empate (3-3) ante el Rayo, el venezolano no ha encontrado la estabilidad y el punto diferencial que hace dos años, por ejemplo, le llevó a marcar 12 tantos.
La brillantez de aquella temporada 2014/2015 es el camino que el club quiere para su estrella, su jugador diferencial y el faro que el grupo necesita para salir de uno de los peores momentos de su historia reciente. Si hay una receta para dejar atrás el descenso, esa es unir la calidad de Julio Álvarez a los goles que está consiguiendo hacer Manu del Moral y que, curiosamente, se escondieron la pasada temporada cuando era blanquivioleta. Ahora, en Soria, parece haber dado con la tranquilidad que todo jugador necesita pero con la que su líder y compañero, actualmente, no se reencuentra.