"No quiero estar aquí por estar"

Se ha ido como llegó. Sin hacer ruido. Elegante como ha demostrado a lo largo de diez temporadas y más de 300 partidos con la camiseta del Real Valladolid. Tanto es así, que Álvaro Rubio comenzaba su despedida en la sala de prensa del Nuevo Estadio José Zorrilla pidiendo perdón: "Quería pediros disculpas, sobre todo, a la prensa. Me habéis estado llamando estos días y he creído que lo mejor era no atenderos".

Rápidamente anunciaba lo esperado: "Como ya os podréis imaginar, no voy a continuar como jugador del Real Valladolid", dijo el jugador, que explicaba los pormenores de la decisión: "Al finalizar la temporada me llamó el presidente para preguntarme que qué quería hacer. Me dijo que quería que siguiera, pero que, debido al presupuesto, la oferta iba a ser económicamente inferior. Yo le dije que me encontraba bien físicamente y que quería seguir jugando a pesar del año tan malo. Solo le puse una condición: que el entrenador y la dirección deportiva contasen conmigo para poder ayudar al equipo".
Y es ahí cuando se empezó a torcer el asunto: "Carlos habló con Paco y Braulio y se dio un proceso que se ha alargado más de la cuenta. Llegó un momento que pedí hablar con el entrenador, quien, el día 22 de julio, me pidió tiempo para decidirse".
"El día 26 volví a hablar con él y me dijo que lo sentía muchísimo, pero que no iba a contar conmigo". Una decisión dura para el centrocampista que, a pesar de ello, "le agradezco la sinceridad". Y es que el futbolista aseguró que "no quiero estar aquí por estar. Sería hacer daño al club porque el presupuesto es ajustado y no creo que sea necesario. No tiene ningún sentido".