"¡No hay presión ni historias!"

El entrenador del Real Valladolid, Miguel Ángel Portugal, acostumbra a mostrar por escrito sus sensaciones después de cada encuentro y, tras la dura derrota ante la Sociedad Deportiva Huesca volvía a escribir unas líneas en su web personal reconociendo la justicia del resultado: "Jugamos muy mal y, por eso, nuestra derrota es merecida. No quiero ninguna excusa en goles anulados u otros factores. No merecimos nada que no fuera perder y espero y confío que sea la última vez que damos esta imagen; me da igual que sea en casa o fuera".

 
El técnico valoraba las posibles causas del cambio dado por el equipo respecto a las últimas jornadas: "El Huesca, que usó sus herramientas, como siempre, fue muy superior, y nos convirtió en 'impotentes'. Lo peor de todo es que nos creímos esa 'impotencia'. Perdimos el toque y no entramos en ningún momento en el partido. Nos faltó tensión y dominar todos los terrenos". Y quiere ahondar en el tema: "Ahora, nos toca reflexionar sobre lo sucedido y por qué se produjo. Y, desde ahí, todos deberemos sacar conclusiones para mejorar urgentemente. No hay atajos ni fórmulas mágicas. Todo pasa por convertir en bueno lo que ahora no es. Y eso se logra con autocrítica, análisis generoso e inteligencia".
Portugal sigue confiado de que no es tarde para luchar por el ascenso, pero el equipo debe variar el rumbo: "No se ha perdido nada, ni mucho menos. Todavía seguimos convencidos de poder lograr los objetivos pero, evidentemente, necesitamos mejorar. Estamos en ello. Prometido. Nos quedan 14 finales. ¡Y no hay presión ni historias! Solo debemos pensar en ganar el próximo y, después del próximo, el siguiente y, después, el siguiente, y así hasta que seamos capaces de convertir en triunfos la calidad de esta plantilla, la historia de este club, y la exigencia legítima de nuestra afición. El Real Valladolid no se puede permitir un partido como el que hicimos. Sabemos lo que significa vestir este escudo y asumimos nuestro compromiso".
Y la primera de esas finales, en el Nuevo Estadio Carlos Tartiere: "La fortaleza de un equipo se mide en los momentos duros y en los lugares exigentes. El próximo sábado jugamos contra el Real Oviedo. Vestir la camiseta del Real Valladolid nos obliga a todo. Defenderla en un escenario como el estadio ovetense, nos debe servir de un plus de orgullo".