La sorpresa del último 1 de enero

Seguro que alguno no se había ni levantado después de disfrutar la noche más larga del año. La mayoría, a buen seguro, estaban de sobremesa. No fue una sorpresa el hecho, pues ya se barruntaba, pero sí el momento. El 1 de enero de 2015, a las 17:41, el Real Valladolid anunció la cesión de Jonathan Pereira hasta final de temporada. La euforia por la incorporación del gallego se fue rebajando con el paso de los días, de las semanas, de los meses. Su rendimiento distó mucho de lo esperado.

"El Real Valladolid no descansa ni en año nuevo", se comentó por aquel entonces. Fue también una declaración de intenciones de que se iba muy en serio a por el ascenso y que no había tiempo que perder. Cierto es que hace un año el equipo tenía la necesidad imperiosa de incorporar a un delantero por la lesión de Roger Martí, que dejó en cuadro durante varias jornadas el ataque blanquivioleta. Pese a ofrecer dos partidos de nivel, Jonathan Pereira no se implicó lo suficiente en el proyecto y pasó sin pena ni gloria por el Real Valladolid.
Fue Hernán Pérez el que asumió los galones de fichaje estrella tirando del equipo y manteniendo las opciones de ascenso hasta que una decisión arbitral obligó al equipo a perder a su jugador franquicia en los minutos decisivos en el Estadio de Gran Canaria. Además, también llegaron el brasileño Tulio, que tuvo poca participación, y el portero Raúl Fernández para cubrir el expediente.