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Es Noticia

Carlos Fernández, último fichaje de la Real Sociedad: el niño que miraba a Kanouté

Carlos Fernández, en el entrenamiento del Sevilla (Foto: Kiko Hurtado).
Javier Santos

Carlos Fernández Luna será la enésima pierna izquierda de talento que adorne a la Real Sociedad de Imanol Alguacil. Canterano del Sevilla FC, donde ha pasado por todos los equipos de sus escalafones inferiores, el delantero llega para sustituir en San Sebastián a Willian José. Lo hará en busca de los minutos que no encontró con Lopetegui y de repetir sus registros con el Granada CF la temporada pasada.

Carlos se forjó de niño mirando y aprendiendo de dos ilustres como Kanouté y Luis Fabiano. Su sueño estaba a unos pocos metros. A sus 24 años, Carlos llega a la Real Sociedad curtido en mil batallas de veterano. Asomó la cabeza en la élite hace ya bastante tiempo. Fue en 2013, con Unai Emery de entrenador sevillista. Hizo un curso intensivo en aquel Sevilla Atlético que compitió más que dignamente en la LaLiga SmartBank. Mientras, se entrenaba con jugadores de la talla de Carlos Bacca, Kevin Gameiro, Iago Aspas, Ciro Immobile o Fernando Llorente, entre otros.

De todos fue aprendiendo virtudes, sobre todo mentales. Carlos ha madurado en todos estos años a una velocidad de vértigo. Y no sólo a base de azúcar, sino de palos. El cruzado anterior y el menisco. Dos operaciones casi seguidas entre 2016 y 2018 que para muchos es una losa insalvable en ese momento tan crucial de despegue hacia la élite. No se rindió jamás, exprimiendo el lema sevillista. Entonces llegó el penúltimo paso para todo canterano que se precie: hacer la mili. Eso, en el fútbol, significa el préstamo a otro equipo en busca de minutos.

Los números de Carlos Fernández en sus cesiones:

Carlos Fernández celebra su gol al Betis (Foto: Kiko Hurtado).

Primero fue el Deportivo, en Segunda. Ni el club gallego ni el Sevilla se equivocaron con aquella cesión: 10 goles y tres asistencias en 28 partidos, incluida la fase de ascenso. Después hubo de dar un paso más: el Granada. Allí le esperaba un viejo conocido, Diego Martínez. Con el técnico gallego se curtió en la categoría de plata con el filial sevillista. Pero ahora tocaba la élite. Y ahí explotó Carlos: 40 partidos en los que anotó 14 goles y dio otros cuatro.

Carlos Fernández son 185 centímetros esculpidos desde benjamines en la Carretera de Utrera. Una cabeza mejor amueblada que la mayoría de jugadores. Es también un físico que ha crecido a la par que su madurez. No hay mal que por bien no venga: aquella fatídica lesión le hizo conocer mejor su cuerpo y prepararlo para la élite. Carlos es una zurda de talento y visión de juego. Otra más para una Real Sociedad cuyo estilo le viene como anillo al dedo.

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  1. Javier

    Muy bien Carlos tú marcaras diferencias junto con Isak