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Es Noticia

El orgullo de Imanol, expresado en las lágrimas de emoción del oriotarra

Periodista centrada en el deporte guipuzcoano.

Faltaban tres minutos para el 90 cuando la Real Sociedad iba perdiendo 1-0 contra el Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano y estaba fuera de Europa. Además el Getafe empataba contra el Levante UD y le era suficiente para clasificarse, y el Granada CF se imponía con claridad al Athletic Club en Los Cármenes. Los txuri urdin estaban exhaustos. Disputaban su tercer partido en una semana y además contra otro 'hueso'. Si el lunes se había enfrentado al Villarreal y el jueves al Sevilla FC, en este caso era ante los del 'Cholo' Simeone. Parecía que el sueño se esfumaba. Esa ilusión tan bonita por la que se llevaba peleando desde el inicio de temporada comenzaba a disiparse. La Real, que había estado en puestos europeos en 34 de 37 jornadas estaba cerca de dejar escapar el objetivo. Pero el fútbol fue benévolo y le dijo 'sí' a los guipuzcoanos. Adnan Januzaj logró el empate y el equipo estalló de júbilo tras el pitido final, al igual que el técnico, Imanol Alguacil.

El belga solo llevaba unos minutos en el campo cuando botó con fuerza una falta lateral y se coló al fondo de las mallas del 'coloso' Oblak. El esloveno esta vez no pudo evitar el gol. Toda la tensión, nervios y sufrimiento acumulados se soltaron cuando González Fuertes pitó el final. El sueño era realidad. La Real estaba clasificada para la Europa League en la sexta plaza y sin necesidad de jugar previas. La imagen lo decía todo. El equipo era una piña. Abrazos, palmadas en la espalda, euforia... pero también lágrimas, lágrimas de felicidad. Son las que no pudo evitar Imanol Alguacil cuando fue entrevistado para las cámaras de Movistar y era preguntado por lo que suponía ser conjunto europeo y de quién se acordaba en esos momentos.

Imanol Alguacil se abraza a Willian José tras el partido (Foto: LaLiga).

"Dar las gracias al club, que apostó decididamente por mí. Me han dado galones que ni siquiera yo soy capaz de analizar por qué tanta confianza, y evidentemente a la familia, a mi mujer, a mis dos hijos, a mis sobrinos que cuando perdemos se van llorando a la cama... la verdad es que... buff, por todos ellos y evidentemente por la afición". Cuando el técnico oriotarra nombró a su familia fue cuando no pudo reprimir las lágrimas.

Y es que el entrenador de la Real Sociedad es puro sentimiento txuri urdin. Nunca lo ha ocultado. Vive cada éxito y fracaso de su equipo al máximo y no puede ocultar que la sangre blanquiazul corre por sus venas. También en la rueda de prensa post partido, Imanol aseguró que "siento mismo que puede sentir cualquier aficionado. Una alegría inmensa y un orgullo terrible. Nadie tiene ninguna duda de que este equipo se merecía estar en Europa. Es muy complicado de expresar lo que en estos momentos puedo sentir. Un orgullo terrible de ser el entrenador de este gran club y sobre todo dar las gracias a todo el mundo".

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