Con el Real Oviedo en la memoria y el corazón: "Fue una etapa padrísima"

La etapa de Oswaldo Alanís en el Real Oviedo tocaba a su fin en junio de 2020. Tras un año defendiendo el azul carbayón por los campos de España, el central mexicano regresaba a su país para unirse a las filas del Chivas de Guadalajara, su último club antes de dar el salto a Europa. Actualmente defiende los colores del Mazatlán, tras una cesión en Estados Unidos para jugar en el San José Earthquakes, pero no olvida lo que supuso para él su paso por la capital del Principado.

"Fue difícil por la situación Getafe, en donde no nos toca estar considerados para poder estar en el equipo y tengo que irme a Oviedo. Disfruté mucho, fue un momento de darme cuenta de muchas cosas personales, de muchas cosas que idealice y que también después te das cuenta, pero que crees que va a ser la cosa que te hará feliz y empieza encontrar respuestas de porqué disfrutar cada cosa que tienes, de las personas que te quieren y de los lugares donde te quieren".

"Sigues teniendo la meta, la esperanza, las ganas, pero después empiezas a valorar más cosas. Entonces, para mí, la etapa en España fue padrísima", señalaba, a la par que añadía: "Es una etapa que te toca vivir y tienes que afrontarla y resolverla de la mejor manera. Fue un proceso padre. Después, conforme avanzas, te das cuenta de lo bonito que fue ese proceso".

"Es una liga jodida, la gente ve LaLiga SmartBank como la segunda, pero el que lo ha jugado sabe lo complicada que es", reconoce, si bien admite que aún le queda una espinita clavada con el Viejo Continente: "Yo quería tener una experiencia europea, es lo que siempre soñé de pequeño, antes de debutar, querer jugar la Champions, en Europa. No me ha tocado pero he tenido la oportunidad de estar allá y fue un sueño cumplido pero difícil".