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Abel Xavier: del Tartiere a ser insolvente, un positivo en dopaje, pasarse al Islam y jugar con Beckham

Abel Xavier, con Portugal, y posando con una camiseta del Real Oviedo.
Periodista. Siempre desmarcado.

La etapa del Real Oviedo en LaLiga Santander acabó hace ya 19 años. Sin embargo, aquellos fueron años dorados en los que grandes jugadores del panorama nacional e internacional se enrolaron en las filas del cuadro carbayón. Especialmente estable fue la primera mitad de la década de los 90, en la que Javier Irureta logró meter al equipo en la extinta Copa de la UEFA. Aquel equipo era atractivo para jugadores con trayectoria internacional, tal y como lo era el protagonista de nuestra historia de hoy: Abel Xavier.

Y es que el mozambiqueño, nacionalizado portugués, estaba en el Bari, equipo de la Serie A. Conste que hablar del Calcio en la década de los 90 eran palabras mayores: el Milan de Franco Baresi, Paolo Maldini o Boban, que ganó el Scudetto; la Juventus de Deschamps, Conte, Vialli o Del Piero; la Roma de Totti y Delvecchio; la Fiorentina de Toldo y Batistuta; o el Inter de Pagliuca y Bergomi. Todos, jugadores de muchísima entidad. Pues el lateral diestro fue a probar suerte a un equipo que acabaría cayendo a Serie B, y en el que disputó apenas ocho encuentros. De ahí, el futbolista buscó otro destino, y este no fue otro que el Real Oviedo.

Abel Xavier, durante su etapa en el Real Oviedo.

De fichaje estelar del Real Oviedo a una carrera llena de altibajos

Abel Xavier se convirtió en uno de los fichajes destacados de aquella temporada. Junto a Toni Velamazán y Thomas Christiansen, del FC Barcelona, o Paulo Bento, del Benfica, formaron un equipo llamado a competir por estar en la primera mitad de la tabla. No obstante, el lateral acabó yéndose dos temporadas después. Su balance fue de 58 encuentros con la carbayona. PSV, Everton, Liverpool, Galatasaray, de nuevo Liverpool, Hannover 96, AS Roma, Middlesbrough y Los Ángeles Galaxy (donde compartió equipo con David Beckham) fueron sus aventuras posteriores.

En el fútbol inglés hizo carrera, aunque también dio positivo por dopaje. El 29 de septiembre de 2005 se sometió a un control antidopping en la Copa de la UEFA, tras un partido contra el Xanthi de Grecia. El luso dio positivo en metandienona, un anabólico para aumentar el tejido muscular. Por ello fue condenado a 18 meses de suspensión. De este modo, el Middlesbrough rescindió al futbolista para, una vez cumplida su sanción, volver a contratarlo en noviembre de 2007. Incluso llegó a sonar para reforzar al Real Madrid, durante la etapa de Carlos Queiroz al frente del banquillo blanco.

Abel Xavier: asuntos de fe y problemas económicos

Cuando colgó las botas en 2009, confesó que se había convertido al islam. De hecho, incluso se cambió el nombre por el de Faisal Abel Xavier. de hecho, en una entrevista comentó que fue en el Galatasaray, donde no disputó ni un solo minuto, donde conoció esa religión. "En momentos de tristeza encontré consuelo en el Islam. Poco a poco, aprendí de una religión que profesa paz, igualdad, libertad y esperanza".

Su excompañero en Los Angeles Galaxy, Peter Vagenas, lo llegó a definir así: "Es una mezcla entre el Michael Jackson de Thriller, Peter Pan, un gitano que te lee el futuro, Dennis Rodman y Nietzsche”. Es un crisol de personalidades que cuesta conjugar, una clara muestra de que hablamos con alguien con un carácter muy particular.

"Es una mezcla entre el Michael Jackson de la época de Thriller, Peter Pan, un gitano que te lee el futuro, Dennis Rodman y Nietzsche”.

-Peter Vagenas, sobre Abel Xavier.

Tras colgar las botas, probó suerte como entrenador. Olhanense, Farense, Deportivo Aves y la selección de Mozambique fueron sus experiencias. Como técnico de su país natal comenzó en 2016 Sin embargo, se desvinculó de la misma en el pasado mes de junio, tras no conseguir clasificar a su combinado nacional para la Copa de África de Naciones. Además, en el pasado 2017 se declaró insolvente a la hora de afrontar unas deudas con sus acreedores de más de 1.5 millones de euros.

Una carrera de un defensa que será eternamente recordado por sus extravagantes peinados. Llena de altibajos, de historias y de vivencias que le han llevado, a sus 47 años, a desaparecer de la vida pública.

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