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Es Noticia

La nueva vida de Lunin

Lunin, el día de su presentación con el Real Oviedo (Foto: ROV).
Miguel Delgado

Andriy Lunin arrancó su nueva vida en el Real Oviedo con dudas, después de dos cesiones frustradas en Leganés y Valladolid, pero todo parece haber dado un vuelco. Del ostracismo en Pucela, el guardameta ucraniano ha pasado a convertirse en el titular de la meta del Carlos Tartiere, donde cuenta con la confianza de Javi Rozada.

Fue llegar y besar el santo. Unas horas después de confirmarse su fichaje entró en la convocatoria del primer equipo. Al día siguiente, el jugador propiedad del Real Madrid salió de inicio en Almería. Su primer partido y el primer error, protagonista junto a Arribas del segundo tanto de Darwin Machis.

No obstante, al joven ucraniano no le temblaron las piernas. Tampoco a Rozada, que volvió apostar por él en su debut en casa. No hubo victoria, tampoco portería a cero, pero Lunin fue clave en el empate con varias intervenciones de mérito. Las dudas se disolvieron sensiblemente y le legitimaron bajo palos. Al fin y al cabo, minutos de fútbol, lo que demandaban las partes que propiciaron su llegada a la capital asturiana, aunque para ello hubiese que bajar de escalón.

Lunin posa con una bufanda en la presentación como nuevo jugador del Real Oviedo.

Tres partidos como titular y ninguna victoria. Los tres puntos tampoco aparecieron en la visita a Montilivi, una de las peores plazas de LaLiga SmartBank, aunque se salvó el punto. Cara a cara frente a la bestia anotadora de la categoría, un Stuani al que le negó el gol hasta en dos ocasiones, no así en la tercera: 19 tantos acumula ya el charrúa.

Con las botas atadas, bajo los focos y sobre el verde, Lunin vuelve a sentirse futbolista. Cesión tras cesión, todas sin éxito, el joven portero ucraniano no jugaba con regularidad en Liga desde su etapa en el Zorya, cuando llamó la atención del gigante blanco.

En Leganés apenas enlazó dos partidos como titular, a finales del curso pasado o en partidos sueltos de Copa. Sí lo hizo en el Mundial Sub 20, cuando los elogios le libraron de su pobre año en Leganés. Los mismos que espera acumular en Oviedo, donde ya ha jugado la mitad que en Butarque y casi el doble que en Pucela.

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