Tensión política por el Carlos Tartiere

Continúa la guerra entre los entes municipales por las polémicas que ha suscitado la reforma del estadio Carlos Tartiere. El Partido Socialista, líder de la oposición en el Ayuntamiento de Oviedo, pide al equipo de gobierno (formado por el Partido Popular y Ciudadanos) reclamar una licencia al Real Oviedo de cara a "regularizar las obras ejecutadas". La otra opción propuesta es que el propio ayuntamiento "subsane la totalidad de defectos y omisiones apreciados en la tramitación de la autorización".

Tal y como señala el diario La Nueva España, el PSOE alega que la actuación en el estadio municipal se ha llevado a cabo "sin cumplir mínimamente los requisitos no solo exigidos por la legislación autonómica, sino incluso por la propia normativa urbanística municipal e incumpliendo los procedimientos administrativos que el ayuntamiento debe no solo cumplir sino exigir a terceros en el ámbito de sus competencias".

"Por las declaraciones públicas efectuadas por varios miembros del equipo de gobierno parecen seguir haciendo gala de lo que consideran un buen hacer", señalaban los miembros socialistas en una moción. Esta podría ser rebatida en el próximo pleno.

Asimismo, el PSOE ha exigido en la moción que Gestión de Patrimonio "proceda a tramitar la modificación del contrato de concesión del estadio municipal de fútbol, suscrito el día 9 de diciembre de 2014 y vigente a día de hoy". Con esto quieren que el club carbayón se encargue del mantenimiento del estadio durante el curso que acaba de comenzar, "elevando a la Junta de Gobierno la propuesta de acuerdo procedente, con el fin de tramitar correctamente la intención de ambas partes de modificar las condiciones de la gestión inicialmente acordadas".

Antecedentes

Ya en su momento, el PSOE acusó al equipo de gobierno de una vulneración en la legalidad. Se amparaban en un informe del secretario general del ayuntamiento que reseñaba una falta de documentación técnica y jurídica que debían ir de la mano de la licencia de obras.

Sin embargo, el concejal del PP Gerardo Antuña consideró estas acusaciones como "una cruzada contra el Real Oviedo y su afición". Asimismo, aseguraba que el informe daba la razón a la junta de gobierno.