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Egea, el artífice de un sueño que se marchó entre lágrimas

Sergio Egea, en un entrenamiento del equipo en la 2015/16 (Foto: Lorena Francos).
Noelia Mejías

Con la llegada de Sergio Egea al banquillo del Real Oviedo tras la salida de Juan Antonio Anquela, se produce el regreso de uno de los ídolos oviedistas de la historia más reciente. El entrenador argentino, que estuvo en el club carbayón casi dos temporadas, dimitió de su cargo, pero se marchó con lágrimas en los ojos agradeciendo a la afición que fueran "la fuerza de este club".

En el período que Egea dirigió al conjunto carbayón, se logró el ansiado ascenso al fútbol profesional después de más de doce años en la sombra de Segunda división B y Tercera.

El entrenador argentino aterrizó en el banquillo carbayón en el verano de 2014 al que llegó siendo un desconocido en el panorama futbolístico español, aunque ya había tenido ocasión de dirigir a equipos como el Eldense, el Hércules, el Toledo y los filiales del Real Valladolid y el Real Madrid. Pero nada comparado al reto que suponía el Real Oviedo: devolver a un histórico del balompié al fútbol profesional. 

Con la confianza del Grupo CARSO, Egea arrancó una aventura que terminaría el 14 de marzo de 2016. Entre medias, un ascenso a la categoría de plata y dos tercios de temporada excepcionales en el regreso de la entidad oviedista, en los que se mantuvo prácticamente en puestos de play off a la máxima división. 

Si hay algo que recuerda la afición del Real Oviedo de Sergio Egea es su familiaridad y cercanía. De hecho, cuando el argentino decidió abandonar la entidad oviedista, la afición le despidió entre aplausos mostrándole todo su cariño en las gradas del Carlos Tartiere. Algo que emocionó mucho al propio entrenador, que incluso lloró al hablar de la parroquia azul en la rueda de prensa de despedida.

Sergio Egea fue un ovetense más y quiso conocer de primera mano experiencias tan comunes en Asturias como la de trabajar en una mina, por lo que visitó la mina del Pozo Sotón.

Poco más de tres años después, el argentino vuelve a la que fue su casa con un claro objetivo: rearmar al equipo en esta recta final para conseguir este año por fin disputarse la fase de ascenso.

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