Vuelta al buen camino
Era una victoria necesaria por muchos aspectos. Primero por el mero hecho de ser una victoria, y a partir de ahí por toda una sucesión de lecturas secundarias que ayudan a recuperar la confianza. Después de tres partidos en los que el Real Oviedo no había conseguido la victoria, volver a la senda de los tres puntos se antojaba vital y más antes de un partido como el derbi del domingo que viene.
El resultado del partido del Cádiz hace que el Oviedo se vuelva meter a un punto de play off, de lleno de nuevo en la pelea, en una lucha a la que cada vez se suman más equipos y en la que se llevará el gato al agua el que más constante sea y menos puntos se vaya dejando por el camino.
Aunque se sufrió en unos minutos de la segunda parte, desde el balón parado en contra, se volvió a dejar la portería a cero y se volvió también a la victoria en el Tartiere, escenario que será clave en el próximo mes de competición, ya que el Oviedo disputará tres partidos consecutivos como local tras el derbi contra el Sporting en El Molinón.
Anquela volvió de nuevo a la calma del dibujo de tres centrales y dos carrileros, y el equipo volvió a ser reconocible. Saúl Berjón fue una de las novedades, partiendo desde la banda izquierda y mostrándose activo y con chispa, algo que le había faltado en los partidos anteriores. Todo el juego ofensivo pasó por él y continúa dando pasos en busca del estado de forma óptimo para ser ese jugador decisivo que pueda dar un plus en el final de temporada.
En el plano individual, Champagne se mostró muy solvente y Joselu volvió a marcar. El delantero, siempre con una alta exigencia consigo mismo, se mostraba incluso frustrado por no haber anotado el segundo. Javi Muñoz volvió a dejar buenas sensaciones ante la ausencia de Tejera, pero sería el damnificado de cara al derbi, si no se vuelve a cambiar de sistema.
Fue una victoria con muchas lecturas y todas positivas. La más importante sin duda, la de cumplir con la necesidad de conseguir los tres puntos, volver ser un equipo reconocible y pasar una semana plácida.