No caer en la trampa

El Real Oviedo visita al Nàstic este domingo al mediodía en busca de sumar puntos después de conseguir enderezar el rumbo en casa. Una vez establecido el camino recto en el Tartiere, todo lo que se sume como visitante será un plus interesante en lo clasificatorio y en lo que se refiere a sensaciones. Pero enfrente estará un colista que llega con fuerzas renovadas después del cambio en el banquillo. No se puede caer en la trampa.

Lejos de recuperar efectivos, Anquela pierde una pieza más de cara al próximo partido. Aarón Ñíguez cayó lesionado en el último entrenamiento de la semana y no entró en la citación final. Tampoco entró Carlos Hernández, que pese a ejercitarse en todas las sesiones con sus compañeros, no pudo dar ese paso todavía. El buen rendimiento de Javi Hernández hace que se pueda permitir el no correr riesgos con el central ex del Lugo. Para completar la convocatoria, Anquela ha tenido que tirar hasta de cuatro hombres del Vetusta.

Entre las bajas y las pistas que dio Anquela en la previa, se espera el mismo once y con el mismo esquema. El hecho de que el Nástic estrene entrenador, por mucho que sea un reconocible Martín Monreal, hace que el planteamiento final de los catalanes sea una pequeña incógnita; y con ello una pequeña trampa, por la que se quiere tener amarrada cualquier circunstancia en medida de lo que sea posible.

La tan ansiada regularidad pasa por añadirle al bagaje como local resultados como visitante, algo que se había hecho en la primera fase de la competición. Pero para ello, los azules no pueden caer en confianzas y no pueden caer en la trampa de Martín Monreal.