Un camino con curvas

El Real Oviedo cayó en la última jornada ante el Rayo Majadahonda, partido en el que tenía una buena oportunidad para coger carrerilla y enlazar dos victorias consecutivas, después de haberse sacudido la presión tras la victoria contra el Albacete. Pero los azules volvieron a tropezar y las sensaciones se borraron de un plumazo, dando paso a otra semana difícil. Y es que el Real Oviedo no ha conseguido todavía enlazar dos victorias consecutivas.

Esa falta de regularidad es algo que preocupa, ya que el equipo está en un vaivén de resultados que hace que no se progrese en la clasificación y que se pase del blanco al negro en un único partido. La mejor dinámica del Oviedo fue en el arranque de temporada. En los tres primeros partidos, los azules no perdieron, consiguiendo una victoria y dos empates, pero posteriormente llegó la dura derrota contra el Zaragoza, de la que el equipo se levantó con solvencia en Lugo.

En el Tartiere, contra un recién ascendido como el Elche, se presentaba la oportunidad perfecta para dar un golpe sobre la mesa y reafirmar con una victoria el resultado anterior. Pero el equipo no pudo pasar del 1-1 ante el equipo de Pacheta, que fue superior a los hombres de Juan Antonio Anquela.

Posteriormente derrota en Alcorcón, semana difícil, y victoria contra el Albacete, que llegaba con el cartel de invicto y nueva oportunidad de prolongar la racha, en el Wanda Metropolitano ante otro recién ascendido como el Rayo Majadahonda. Y nueva decepción. Los azules volvieron a ser inferiores a su rival, y vuelven a estar ahora ante otro partido con poco colchón. El propio Tejera ha calificado el encuentro contra Osasuna como una "final". Final o no; lo cierto es que el partido adquiere una dimensión importante, ya que todo lo que no sea una victoria empeorará las sensaciones, en un arranque en el que el Real Oviedo todavía no ha conseguido seguir el camino recto.