La gran tarde para el oviedismo empezó en el Carlos Tartiere. Los jugadores del Real Oviedo partieron desde el coliseo azul en un autobús descapotable hacia el Ayuntamiento de la capital del Principado de Asturias. La expectación en las calles de Oviedo ha sido máxima y el autobús de los carbayones ha ido acompañado por numerosos seguidores ovetenses que acompañaron a los futbolistas hasta su primera parada.
Alrededor de las siete de la tarde, la plantilla del Oviedo llegaba al Ayuntamiento. Desde el mismo balcón se dieron un baño de masas con la marea azul presente en la plaza del Ayuntamiento. Casi todos los jugadores cogieron el micrófono y se animaron a dedicar unas palabras a los allí presentes. Las palabras más emotivas fueron las de Arturo Elías y Sergio Egea. Y al igual que en el viaje de regreso a Oviedo, Diego Cervero fue el gran protagonista de la plantilla oviedista con su gran carisma en estas situaciones. Muchos cánticos fueron los que entonaron los futbolistas para animar a una afición que abarrotaba la plaza del propio Ayuntamiento.
Tras esta gran fiesta, cogieron de nuevo el autobús y se dirigieron a la Plaza de América en donde el club tenía montado un escenario para seguir con la celebración. El camino hacia ese lugar fue de nuevo con muchos aficionados escoltando al equipo. Sobre las ocho y media llegó el conjunto asturiano al lugar señalado. Allí se llevaron alrededor de una hora y media disfrutando con los aficionados de la vuelta a la Segunda División. Cervero se convirtió en el maestro de ceremonia y uno por uno fueron pasando todos los jugadores de la plantilla dedicando palabras a todos las personas que llenaban la Plaza de América.
Por último, después de esta fiesta sobre las diez de la noche se puso el fin de la celebración y los jugadores se retiraron a celebrar con sus familias el logro obtenido de manera privada. Unas celebraciones a la altura de un histórico del fútbol español que está de regreso a la categoría de plata.