El triunfo del Real Oviedo en tierras viguesas ante el filial del Celta de Vigo fue importante porque además de reencontrarse con la victoria tras dos empates consecutivos, el equipo volvió sin tocados ni lesionados.
La victoria del Real Oviedo en el Municipal de Barreiro fue clara y contundente. Ya en el minuto 12 de juego, Manuel Redondo abría el camino hacia la victoria que después completarían los tantos de Linares, Borja Valle y Sergio García. El 1-2 de Borja Iglesias en el minuto 52 sólo sirvió para darle un poco de emoción al encuentro.
La buena noticia para el técnico del Oviedo después de esta nueva final es que ha regresado, además de con tres puntos más en el casillero, sin ningún jugador tocado ni lesionado. De hecho, en la primera sesión de esta semana el entrenador argentino Sergio Egea ha contado con todos los jugadores disponibles del primer equipo. Las únicas ausencias han sido las que ya se están convirtiendo en habituales, Eneko y Generelo que continúan con tratamiento específico.
Los diez jugadores titulares sobre el terreno de juego frente al Celta de Vigo B no sufrieron golpes ni sobrecargas durante el partido en el Municipal de Barreiro. Además ningún jugador oviedista vio tarjeta amarilla ante el equipo filial celeste.
Buena manera de comenzar la semana para el conjunto carbayón al que le espera un calendario lleno de finales para acercarse todavía más al sueño del ansiado ascenso. Por el momento, el Carlos Tartiere ya espera para recibir al próximo rival liguero: Marino de Luanco.