El Oviedo vivirá la parte final del mercado de fichajes con mucha tranquilidad. El bloque con el que afrontará la Liga está cerrado desde hace semanas y no parece tener ninguna urgencia para ocupar la ficha sénior que le queda disponible, ni las tres reservadas para jugadores menores de 23 años.
Sentirse en condiciones de pelear por el ascenso no significa que renuncien a mirar al mercado. El Oviedo tiene una gran ventaja ahora, no tiene urgencias y eso le hace sentirse en posición de fuerza a la hora de negociar.
Los vaivenes que se están produciendo en Segunda A y, por añadido, en Segunda B invitan a pensar que serán muchos los futbolistas que se queden sin opciones de jugar donde querían y que deban buscarse un hueco en otros proyectos. En eso también el Oviedo tiene ventaja porque el cloque confeccionado le sitúa entre los grandes favoritos a pelear por el ascenso.
Hasta el 31 de agosto se pueden realizar fichajes y hasta ese día no se podrá decir que el Oviedo no utilizará alguna de sus fichas disponibles. La pasada temporada Jon Erice llegó en la última semana de mercado y se acabó convirtiendo en una pieza clave hasta el punto de ser uno de los pocos que se mantienen en el equipo.
La otra gran baza que tiene el Oviedo es que no ha agotado el presupuesto que el Grupo Carso le había autorizado para confeccionar la plantilla. Aunque los futbolistas que han llegado son, en su gran mayoría de categorías superiores, Carmelo del Pozo ha conseguido moverse en unos parámetros económicos ajustados y aún queda dinero para afrontar algún refuerzo.
Salva una gran ocasión en estos últimos días de mercado, el Oviedo podría reservarse esa ficha sénior para el mercado de invierno y buscar ahí los detalles que pudiese necesitar. Las dos próximas semanas serán claves.