Courtois, un cerrojo y una portería cada día más pequeña
La falta de gol del Real Madrid en estos últimos meses de competición está siendo inversamente proporcional a la certeza de las cifras en contra. Unas circunstancias que no son del todo negativas, ya que han acarreado buenos resultados. Como el que ha conseguido en la visita al Getafe CF. El cuadro blanco ganó en el Coliseum con una actuación muy acertada y destacada: la de su portero, Thibaut Courtois.
El conjunto que dirige Bordalás chocó una y otra vez con el meta belga, que ha acumulado suficientes intervenciones de gran mérito como para rellenar un extenso catálogo. A un lado, a otro, pegadas al palo, por arriba... Así a vuelapluma, vienen a la mente una a Arambarri, una a Fajr y otra a Cabrera al borde del descanso.
Mostró seguridad desde el principio y resultó clave para llevarse un triunfo muy trabajado y muy sufrido. Todo lo contrario, además, que su homónimo en la portería David Soria, que no tuvo la mejor tarde. Falló en el primer gol blanco y no estuvo muy allá en el segundo, aunque fue más a bocajarro.
Y también cuenta el contexto, que no es cualquier cosa. La visita al Getafe se ha convertido en una fecha temida, en un partido en el cualquier aspirante puede perder una Liga o en el que puedes salir señalado para varias semanas. Pero no. Courtois ha conseguido todo lo contrario y de manera tremendamente justa. Con una actuación más que brillante ante un rival que te somete en algunas casos con muchos centros y e incluso con remates lejanos.
Un curso extraordinario de Courtois
Pero no sólo lo ha hecho en esta cita, sino que el portero de Bree está protagonizando un curso notable, disipando cualquier duda que haya sobre su titularidad y su nivel para ser el guardameta del Real Madrid. Algo para lo que se necesita personalidad y carácter, pero también fundamentos y calidad. Y Thibaut los tiene.
La portería del Madrid se está volviendo más pequeña al mismo tiempo que Courtois se hace más grande.