El Madrid, a reducir los 350 kilómetros que hay a Vitoria
El Real Madrid espera reducir los 350 kilómetros que separan la capital de España de Vitoria, donde se disputará la Final a Cuatro de la Euroliga, con un segundo triunfo ante el Panathinaikos griego que le acercaría a poder defender el título.
Superada la siempre difícil prueba de un primer partido de playoff, llega casi sin solución de continuidad, apenas 48 horas, la segunda cita, tan trascendental como todas las de una eliminatoria corta.
Viajar con un 2-0 a Atenas supone hacerlo con red, porque en el peor de los casos, el de perder dos partidos en el OAKA, el quinto y definitivo partido volvería a Madrid. La ventaja de campo por la que tanto se lucha en la fase regular.
Por el contrario, viajar con un 1-1 es un salto de fe. Nada estaría perdido pero habría que ganar al menos un partido para seguir teniendo opciones.
En el primer choque, el Madrid acertó en la defensa en general y en la defensa particular sobre Nick Calathes, al menos durante 30 minutos. Y falló en la anotación de sus hombres altos.
Tuvo un enorme lapsus ofensivo entre el final del tercer cuarto y mediado el cuarto, pero supo renacer en los últimos minutos con un parcial de 9-0 definitivo.
El Panathinaikos, por su parte, supo aguantar el tirón del partido cuando su estrella apenas brilló o generó nada y dar el estirón para ponerse en alféizar de la ventana de la victoria, pero acabó entregando la cuchara en un mal final.
La baja aportación de James Gist, por un golpe en la rodilla en el último partido de la Liga griega, les pesó demasiado en momentos puntuales.
Sentadas las bases del enfrentamiento, el Madrid tiene margen de mejora bajo los aros y en la anotación de sus hombres altos. Ni Anthony Randolph, bien en defensa, ni Trey Thompkins estuvieron a su altura habitual en la anotación.
Tampoco Gustavo Ayón tuvo la trascendencia en el juego que reclama su calidad técnica, y Walter 'Edy' Tavares no fue el gran dominador de otras ocasiones, frenado siempre por dos o tres defensores del Panathinaikos en cuanto recibió el balón.
El equipo griego volvió a demostrar que es muy difícil sacarlo del partido, incluso aunque lleve una gran desventaja, por lo que habrá que luchar los cuarenta minutos para conseguir la victoria.