Sólo un precedente en La Rosaleda impediría el alirón
El Real Madrid se jugará su 33º título de Liga ante el Málaga en La Rosaleda, en un estadio que se le da muy bien al equipo madridista, ya que sólo ha perdido una vez desde la reconversión del equipo de la Costa del Sol.
La derrota en La Rosaleda en la temporada 2012/13 es el único resultado del Real Madrid en la Costa del Sol en los últimos 25 años, desde que el CD Málaga pasó a ser Málaga CF, que no le valdría al equipo blanco para conquistar el título. Fue una derrota movida, por la decisión de Mourinho a última hora de colocar como titular a Adán en lugar del habitual Casillas. Precisamente Isco fue uno de los goleadores malacitanos, junto a doblete de Roque Santa Cruz para el 3-2 final.
En 1999 llegó el primer enfrentamiento del Real Madrid en La Rosaleda ante el 'nuevo' Málaga. No fue fácil lograr la primera victoria, ya que las tres primeras visitas se saldaron con empates. En la 2002/03, con Zidane en el campo, llegó la primera victoria del Real Madrid, un 2-3 con goles del propio 'Zizou', Raúl y Figo para remontar el 2-0 inicial de Musampa y Dely Valdés.
Después de eso, cuatro victorias consecutivas, por 2-3, 0-2, 0-2 y 0-1 hasta el 1-1 de la 2009/10, donde los malagueños se salvaron ante un Real Madrid que se jugaba la Liga, pero veía como el Barcelona estaba goleando al Valladolid en el Camp Nou para asegurar el título.
En la última década, grandes resultados para los blancos allí, exceptuando esa derrota y el 1-1 de la pasada campaña. 1-4 en la 2010/11, 0-4 en la 2011/12, 0-1 en la 2013/14 y 1-2 en la 2014/15, a los que hay que sumar un 0-1 en Copa del Rey.
Entre los jugadores actuales que saben lo que es marcar en La Rosaleda, cabe destacar a Cristiano Ronaldo. A pesar de que en el Bernabéu se ha chocado contra las brillantes actuaciones de Kameni o Willy Caballero en estos años, el estadio de Martiricos se le da bien al luso con siete goles. También Benzema, con tres tantos, Bale y Sergio Ramos han conseguido marcar con el equipo blanco allí. Números que, en general, invitan al optimismo de cara a la última jornada.