Cuánta verdad hay en aquello de que el Betis no solo se vive, sino que también se siente. Una pasión inmaterial, un amor incorruptible, un sentimiento capaz de agarrar, y no soltarlo, hasta a aquel que nunca podrá verlo a través de sus ojos. Pero sí que hay corazones que atestiguan lo que otros no pueden ver. Hay quienes son capaces de ver a su manera. Porque al Betis se le quiere porque sí. Se sueña, se siente y se comparte. Te coge y no te suelta. Un ente que cambia vidas como las de Daniel y Rubén Martín, dos chicos invidentes de Salamanca a los que el Betis le ha cambiado la vida esta semana. ¿Quieres conocer su historia? Pincha en el vídeo de arriba de la noticia.
Viernes. 16.30 horas. El Benito Villamarín abre sus puertas a Daniel y Rubén, dos salmantinos que, sin poder ver, se enamoraron del club gracias a sus aficionados. "La gente es muy agradable, se hace muy rápido amigos. Desde los años que fue a Salamanca me hice del Betis y cada vez más. Es un club familiar, siempre lucha por lo mejor y tiene unos principios maravillosos. Yo me identifico plenamente con el club", relatan para ElDesmarque.
Daniel relata cómo su vista se fue degradando hasta perderla por completo: "A día de hoy no percibo ningún contraste de luz, fui perdiendo la vista poco a poco pero lo digo siempre, nosotros vemos de una manera diferente, sentimos las cosas".
Y es que el Betis se ve, pero también se siente: "Es una forma diferente de vivir la vida. Son sentimientos que solo lo tiene el que es del Betis. Es muy difícil de describir, te haces muy amigo rápidamente de la gente, te animan siempre, te apoyan, te hacen las cosas más fáciles... Para mí el Betis tiene unos valores que los defiendo plenamente. Va conmigo en mi día a día".
El pasado viernes ambos tuvieron el privilegio de disfrutar del Benito Villamarín vacío, para ellos solos. Algo que no olvidarán jamás: "Poder tocar el césped que pisan los jugadores que quieres y el banquillo... ha sido muy emocionante. Sentir todo esto es una pasada".
Daniel acostumbra a seguir al Betis por la radio, aunque en el estadio prefiere guiarse por las sensaciones que transmite el estadio. "Más o menos por los estímulos sé guiarme. Soy más de meterme en el ambiente".
Este salmantino es un apasionado del deporte y desde muy pequeño se reinventó para practicarlo, llegando a ser campeón de España en tiro de arco adaptado. Son constantes los viajes que realiza por cualquier rincón del planeta, lo que brinda una oportunidad ideal para transmitir su beticismo allá donde va. "Siempre que puedo llevo mis amuletos del Betis. Me suele dar suerte. Esté en Dubai o en cualquier campeonato, Mundial o Europeo, siempre defiendo al Betis allá por donde voy".
Además, relata cómo sería su gol soñado, la 'complicidad' que tiene con Joaquín, la curiosa historia de cómo llegó a ser socio de honor de una Peña Bética de Tenerife y cuál sería el sueño que le gustaría cumplir junto al Betis. ¿Quieres saberlo? Puedes conocer su historia en el vídeo que encabeza la noticia.