El 'enchufe' de Éder Sarabia

El apellido Sarabia es muy conocido en el fútbol, pero eso no significa que te asegure el éxito. Éder Sarabia, segundo entrenador del Betis, es hijo del mítico Manu Sarabia, aunque su llegada al fútbol profesional no ha sido por azar... aunque un poco por enchufe.

Así lo ha explicado el propio Éder en Betis TV: "Ser hijo de quien fui no me favoreció como futbolista, sí lo ha sido como entrenador. Yo tenía el talento, pero no la necesidad o amor propio de tener la decisión de prepararme, sólo con una buena zurda, un caño y un gol era suficiente. Todo eso que yo no tenía es lo que más reclamo a los jugadores. Intensidad, entender el juego, compromiso…".
Sarabia lamenta no haber llegado a ser jugador: "Como futbolista no llegué a lo que me hubiera gustado. Tengo un año más que Joaquín y hablo con él, porque Quique dice que daría un dedo de la mano por jugar en el Barça de Cruyff. Yo daría la mano entera por haber sido futbolista".
El segundo de Setién ha ensalzado la idea de fútbol que tiene el cántabro: "Siempre intentamos estar muy cerca del filial. En Las Palmas estábamos en contacto con Manolo Márquez y aquí con el míster tenemos muy buena relación. Se está haciendo muy bien eso trabajo, pero quizás que otro entrenador no hubiera confiado tanto en Juanjo (Narváez). Fabián, hasta el día del Bernabéu, habría jugado unos 15 minutos en el Camp Nou. Ese abrazo que le da al míster en el gol ante el Levante es el premio a la constancia y no rendirte. Cuando los toque, deben estar lo más preparado posibles. Lo mismo que Rafa o Dani Giménez. Es una gestión de grupo en la que todos deben estar preparados".