Un duelo salpicado por el escándalo
El Real Betis recibe el próximo domingo a las 12 horas a Osasuna. Un partido entre dos rivales que viven dos mundos, dos temporadas totalmente diferentes, pero cuya actualidad ha ido de la mano en las últimas semanas: acusaciones, declaraciones, detenciones… con el partido a la vuelta de la esquina, se antoja obligatorio un repaso a lo que ha sido la orden del día tanto para hispalenses como para pamplonicas.
A mediados del pasado mes de febrero, Osasuna presentaba una denuncia en el juzgado de guardia por la “desaparición” de 2,4 millones de las arcas del club. Acto seguido, el que fuera gerente del conjunto navarro durante 24 años, Ángel Vizcay, acusaba a los centrales Jordi Figueras y Antonio Amaya – actualmente en el Rayo – de percibir 250.000 euros en nombre del plantel bético. Según sus declaraciones, los jugadores se habían reunido con él y se llegó a un acuerdo por el que la plantilla recibiría tal cantidad en caso de vencer al Real Valladolid y dejarse perder ante Osasuna en la última jornada, cosa que sucedió.
Tanto Betis como Osasuna no dudaban en desmarcarse de las declaraciones de Vizcay, como no podía ser de otra forma. Ambos equipos emitían una nota de prensa en la que decían no tener constancia de lo dicho por el exgerente, así como el daño que podían hacer las palabras del mismo.
Pasaban los días sin novedades, hasta que el pasado día cinco saltaba la noticia. Ángel Vizcay, junto al expresidente Miguel Archanco y el exdirectivo Txema Peralta, era detenido después de que el Cuerpo Nacional de Policía registrase su vivienda en busca de algún tipo de prueba relacionada con el caso de presuntos amaños. Al día siguiente, el también expresidente Patxi Izco, amén de dos exdirectivos de la entidad, era detenido por el mismo motivo. Tras la vista, el juez condenaba tanto a Archanco como a Peralta a prisión, así como al resto los dejaba en libertad con cargos.
No obstante, el día 10, Archanco pagaba la fianza fijada en tres millones y tan solo permanecía 76 horas en prisión.
El 13 de marzo, Jorge Molina, Jordi Figueras y Amaya eran llamados a declarar en el juzgado de número 2 de Pamplona, junto a Sergio García (Espanyol), Damià (Osasuna/Middlesbrough) y Patxi Puñal (retirado/Osasuna). El atacante bético había sido el encargado de hablar varias veces en nombre de la plantilla en rueda de prensa, convirtiéndose en un auténtico apagafugos. Empero, por su parte, Jordi Figueras no se había personado ante los medios, decidiendo guardar silencio en cuanto al tema. Algo que incrementó las dudas, así como el miedo, en la afición verdiblanca, e hizo que voces autorizadas, tales como Pepe Mel, saliesen en defensa del defensor catalán. Así, ambos jugadores abandonaron el juzgado en calidad de imputados.
Así se presenta un duelo marcado por la toga, aunque al fin y al cabo hablamos de equipos de fútbol y eso significa que lo importante es el objetivo deportivo. Tanto Osasuna como Betis están inmersos en una pelea donde va incluida casi la viabilidad del club, más en el caso navarro que en el heliopolitano. No queda otra que ganar. unos por ascender y otros por mantener la categoría. Partido del morbo.