De hecho, con la llegada al banquillo de Juan Carlos Unzué gozó de protagonismo, un protagonismo que desapareció cuando Fabri ocupó la banda de El Sardinero.
El atacante, de 171 centímetros, habilidoso, llega al Betis según informa euroracing.es, y responde al perfil de esos jóvenes futbolistas que recalan en el filial bético, como ha ocurrido anteriormente con Beñat o con Eder Vilarchao, por ejemplo, que también pueden resultar útiles al primer equipo.