El derbi chico que se ha disputado en la matinal de este domingo en el Estadio Benito Villamarín ha sido el objeto de un desastre organizativo por parte del Betis. El club había previsto que el choque ante el Sevilla Atlético se disputase en el estadio para meter más público e ingresar más dinero, por lo que las taquillas se han abierto a las 09.00 de la mañana. La afluencia de público ha sido de tal magnitud que las colas le daban casi la vuelta al coliseo heliopolitano y no ha dado tiempo de vender los billetes, por lo que, ante el comienzo del partido, el Betis ha tenido que abrir las puertas y dejar pasar de forma gratuita a todos aquellos que estaban en la calle.
El perjuicio económico causado por tal medida ha sido grande, ya que el club ha decidido reembolsar el dinero a aquellos que ya se habían hecho con su entrada. Unos 10.000 espectadores han presenciado in situ el encuentro. También ha pedido perdón el club a través de la web oficial.
