De abrazo a bofetada: el futuro de Gallego, cada minuto que pasa es más negro
El RCD Espanyol se enfrentó este domingo al RCD Mallorca en Son Moix. El equipo de David Gallego, con problemas para sacar resultados en LaLiga Santander, llegaba a la cita habiendo recuperado parcialmente los ánimos tras su victoria en Moscú ante el CSKA, pero sufrió un retroceso que puede resultar definitivo para el técnico catalán.
El Espanyol retomaba la competición doméstica y lo hacía con una nueva derrota que hunde todavía más al equipo. El que escribe no va a descargar de responsabilidad al técnico, ya sabemos que en el fútbol mandan los resultados y éstos no pueden ser peores hasta la fecha. El autor de este texto tampoco cree que David Gallego tenga toda la responsabilidad en el paso atrás de sus pupilos.
Y lo piensa porque el Espanyol prácticamente calcó el planteamiento (con jugadores incluidos) que logró vencer en Moscú. Creo que todos coincideremos en afirmar que el CSKA es un equipo mejor dotado técnicamente para vencer al Espanyol que un respetable Mallorca que no vencía desde la primera jornada de LaLiga Santander.
Al igual que en la capital rusa, el Espanyol completó una primera mitad muy mejorable. Apenas llegó con peligro a la portería de Manolo Reina, pero también responde a la verdad que no concedió mucho. Aunque en uno de esos errores de marca, Budimir cambiaba el guión que siguieron los de Gallego en el partido de Moscú.
Tocaba cambiar de chip porque había mucho tiempo por delante y el Espanyol tuvo opciones para darle la vuelta al duelo tal y como hizo en Ipurúa, pero de nuevo los errores en defensa -grosero este de Lluís López y Víctor Sánchez- hicieron que una posible remontada o el simple hecho de sacar un punto fuera misión imposible.
Claro que hay cosas que reprocharle a David Gallego. Por ejemplo que Matías Vargas saliera del campo de forma prematura, que Melendo no tenga minutos y que siempre haya que ir a remolque sin un plan B convincente. Y el de Suria pagará, no tengo ninguna duda pero también habría que apuntar en otra dirección: la dirección deportiva.
En una temporada que debiera ser de crecimiento, el club ha empeorado notablemente su plantilla y beneficios suficientes ha generado como para que no sea así.
En poco menos de tres días hemos pasado de los abrazos de la plantilla a David Gallego a la bofetada de realidad que le han dado sus propios jugadores con errores impropios de clubes que juegan competición europea.