El Espanyol firmó un triunfo contra el Girona en Montilivi (1-2) que da alas al equipo y recarga sus pilas de cara al tramo decisivo de la competición.
Haber ganado fuera de casa, la vuelta del gol, la relevancia de Sergi Darder, el estímulo de la zona europea y un calendario asumible son cinco de los motivos del Espanyol para ilusionarse.
Ganar fuera de casa era una de las asignaturas pendientes del Espanyol en la presente temporada. Desde octubre, el cuadro blanquiazul no sumaba tres puntos fuera. Esta racha la rompió el sábado contra el Girona, uno de los peores anfitriones.
Ante del Girona, el equipo había marcado una diana en los tres últimos partidos: en el empate a uno contra el Getafe en el RCDE Stadium. Frente al cuadro gerundense Sergi Darder propició dos tantos, el último en propia puerta, que rompió la tendencia.
El mallorquín, al margen de la capacidad goleadora que demostró en Montilivi, es clave en el bloque y recuperar su mejor versión es esencial. El entrenador, Joan Francesc Ferrer 'Rubi', ensalza su relevancia en el fútbol del equipo blanquiazul.
El Espanyol está actualmente en el decimotercer puesto de la clasificación. Está a ocho puntos tanto de la zona europea de la tabla como del descenso, aunque la intención del vestuario catalán es la de mirar hacia arriba. No vende humo, pero no renuncia a nada.
Los rivales que le restan al Espanyol son, sobre el papel y en su mayoría, equipos a los que puede plantar cara con opciones de obtener los tres puntos. En casa, los pericos reciben a Alavés, Celta, Atlético y Real Sociedad. Fuera, visitan a Levante, Betis y Leganés.